Entrando en la segunda semana de violencia y conflicto, las naciones extranjeras se apresuran a evacuar a sus ciudadanos de la capital de Sudán, donde millones de residentes se encuentran atrapados dentro de sus hogares, algunos de ellos quedándose sin agua y comida. El inesperado estallido de violencia que tuvo lugar el 15 de abril entre el ejército y el grupo paramilitar armado conocido como Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), desencadenó una crisis humanitaria y ha causado la muerte de 427 personas, según las agencias de la ONU. También dejó tanques carbonizados, edificios destripados y tiendas que han sido saqueadas.

Mientras que la capital ha sido bombardeada por aviones de combate, el principal aeropuerto ha sido el centro de los enfrentamientos y las descargas de artillería han hecho insegura la circulación dentro y fuera de una de las mayores ciudades de África. Diplomáticos han sido blanco de ataques y al menos cinco trabajadores humanitarios han muerto.

A pesar de la presión constante de los países preocupados por las repercusiones del conflicto y por la seguridad de sus ciudadanos, las dos partes no han respetado una tregua temporal. Sin embargo, los combates se calmaron lo suficiente durante el fin de semana como para que Estados Unidos pudiera evacuar al personal de su embajada en helicóptero militar, lo que desencadenó una avalancha de evacuaciones por parte de otros países. Los gobiernos extranjeros empezaron a aterrizar aviones y a organizar convoyes en Jartum para sacar a sus ciudadanos.

Cooperación internacional para el rescate de nacionales

Estados Unidos declaró que fuerzas especiales entraron en la capital sudanesa con helicópteros MH-47 Chinook, desde una base estadounidense en Yibuti, y tardaron sólo una hora en sacar a menos de 100 personas. Asimismo, el primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, declaró el domingo en Twitter que miembros de las fuerzas armadas de su país habían completado una “compleja y rápida evacuación de los diplomáticos británicos y sus familias de Sudán”.

El domingo, Alemania y Francia anunciaron que habían comenzado a evacuar a sus nacionales y a los de otros países. Según el presidente francés, Emmanuel Macron, un avión francés que transportaba a unas 100 personas de múltiples nacionalidades “aterrizó en Yibuti”, y se espera que un segundo vuelo salga el domingo por la noche.

Fuente: Ministerio de Defensa de Alemania.

Italia, Países Bajos y Grecia, también dijeron que estaban planeando labores de rescate. Un avión C-130 de la fuerza aérea italiana que partió de Jartum con evacuados aterrizó el domingo por la noche en una base aérea de Yibuti. Se esperaba que otro avión, que transportaba al embajador de Italia y al personal militar que participó en la evacuación, llegara a Yibuti a última hora de la noche.

Varios países enviaron aviones militares para sacar a la gente de la capital, mientras que otras operaciones llevaron a la gente en convoy hasta Port Sudan, en el Mar Rojo, a unos 800 km por carretera de Jartum. Desde allí, algunos han embarcado hacia Arabia Saudí.

Sin embargo, al menos dos convoyes que participaban en las evacuaciones fueron atacados el fin de semana, uno de ellos con personal de la embajada qatarí y otro con ciudadanos franceses, uno de los cuales resultó herido.

Largos convoyes de vehículos y autobuses de la ONU fueron vistos salir de Jartum en dirección este hacia Port Sudan, en el Mar Rojo, a 850 km (530 millas) por carretera, transportando a “ciudadanos de todo el mundo”, según un evacuado sierraleonés.

Un conflicto en potencia

En 2021, el ejército de Sudán y las Fuerzas de Apoyo Rápido trabajaron conjuntamente en el golpe de estado. Aun así, las negociaciones entre ambos grupos ha sido algo delicado y extremadamente difícil.

Con los años, su rivalidad ha aumentado, conllevando al riesgo de un conflicto más amplio que podría atraer a potencias externas. Sudán tiene siete vecinos directos y se sitúa estratégicamente entre las naciones del Golfo, Egipto y el África subsahariana.

Según una actualización de la ONU, personas han huido de los enfrentamientos en varias zonas, incluida la región occidental de Darfur, formada por tres estados, así como del estado del Nilo Azul, en la frontera con Etiopía y Sudán del Sur, y el estado de Kordofán del Norte, al suroeste de Jartum.

La evacuación del personal internacional de Darfur, la región occidental asolada por la guerra, también está en marcha, y algunos se dirigen al oeste, a Chad, y otros a Sudán del Sur. Hasta 20.000 personas han huido a Chad, según informaron las agencias de la ONU. Funcionarios del condado de Renk, en Sudán del Sur, dijeron el lunes que habían recibido a unas 10.000 personas desde que comenzó la crisis.

Fuente: Ministerio de Defensa Saudí.

El comandante del ejército en Renk, Dau Aturjong, mencionó que tres cuartas partes de los que han llegado son sursudaneses, mientras que el resto son sudaneses, eritreos, kenianos, ugandeses y somalíes.

Los combates han cerrado la mayoría de los hospitales y han interrumpido el suministro de agua y electricidad. Según informó el sitio web Netblocks, el lunes se cortó la conexión a Internet. El asesinato de trabajadores humanitarios, entre ellos tres del Programa Mundial de Alimentos, ha llevado a la agencia de la ONU a interrumpir sus operaciones en el país. Antes del conflicto, Sudán dependía de la ayuda humanitaria para aproximadamente un tercio de su población.

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Redacción
Equipo de redacción de Escenario Mundial. Contacto: info@escenariointernacional.com

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