El pasado 12 de enero, los congresistas republicanos Dan Crenshaw y Mike Waltz, presentaron una iniciativa denominada “Resolución 18” para facultar al Gobierno de Estados Unidos a utilizar a las Fuerzas Armadas en el combate contra el narcotráfico de fentanilo desde México, especialmente por parte de los Cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG), encargados de su producción y venta.
En este sentido, el documento al que accedieron varios medios locales e internacionales, argumenta que el fentanilo mata en promedio a 80.000 ciudadanos estadounidenses por año, siendo además la causa principal de muerte entre los hombres de 18 a 45 años de edad. Asimismo, expone un listado de una serie de hechos de violencia, violaciones de derechos humanos, corrupción e ilegalidad, en los que han estado implicados los carteles de México, entre los que se menciona, la responsabilidad por la producción de drogas – y sustancias relacionadas -, como así también de su tráfico hacia Estados Unidos.
Por otra parte, la propuesta impulsada por los senadores republicanos también apunta a que las organizaciones criminales que realizan actividades ilegales, causan “desestabilización regional en el hemisferio occidental”, y particularmente en la frontera con México. Mencionando de manera explícita a los Cárteles de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación, del Golfo, de Los Zetas, del Noreste, de Juárez, de Tijuana, de los Beltrán Leyva y de Los Caballeros Templarios.
Malestar y rechazo desde el Gobierno de México
Sin embargo, esta propuesta generó un malestar en la administración de Andrés Manuel López Obrador, que la calificó como intervencionista y propagandista ya que busca “utilizar la fuerza militar para intervenir en la vida pública de otro país”. Durante la conferencia de prensa que brindó esta mañana, el mandatario mexicano expuso un reporte emitido por parte de la Cancillería del país, en el que se deja ver que si bien se trata de un “posicionamiento político sin posibilidades de ser aprobado en esta legislatura”, es un pronunciamiento preocupante.
Del nazifascismo, al comunismo, luego al terrorismo, luego el populismo y ahora el narcoterrorismo, Las excusas, etiquetas y cucos fabricados para justificar la injerencia en asuntos regionales van variando, pero el objetivo es siempre el mismo.