Según un reciente artículo publicado por Antonio De Loera-Brust, ex asistente especial del secretario de Estado norteamericano, en Foreign Policy, la guerra de Malvinas fue un momento decisivo para Estados Unidos y la región, al mismo tiempo que lo fue para su relación con América Latina. Sin embargo, muchos creen que esta es una forma que tiene el gigante norteamericano de utilizar el conflicto de Malvinas para restaurar su poderío sobre el hemisferio. 

El autor sugiere en su artículo que el apoyo indirecto de Estados Unidos hacia el Reino Unido en 1982 “representó una ruptura significativa con más de un siglo de política de Estados Unidos que priorizaba la unidad hemisférica contra potencias extra hemisféricas”, un enfoque que “confirmó algunas de las peores suposiciones que tienen los latinoamericanos sobre Estados Unidos y su papel en la región”. Y con esto, el autor en cierta medida “esconde” la verdadera razón de su preocupación: que su país ha perdido la hegemonía regional que solía caracterizarlo, y que el conflicto de Malvinas puede ser utilizado para “volver a ganarse el apoyo” de la región. 

Guerra de Malvinas. BBC

En cierta medida, es cierto que Estados Unidos se está beneficiando de lo que fue el conflicto de 1982 y la disputa actual entre Argentina y Reino Unido por las Islas con el objetivo de recuperar cierto grado de control hemisférico. Y este punto es remarcado por el autor al enunciar que “las Islas Malvinas claramente no son un lugar de gran importancia para los propios intereses vitales de los Estados Unidos” pero son necesarias  “para mejorar su posición en América Latina y en el resto del sur global en el transcurso del siglo XXI”. 

Casualmente, las preocupaciones de Estados Unidos por recuperar la confianza de las naciones vecinas surgen en un contexto en el que Rusia y China están cada vez más presentes en el tablero sudamericano. Y es que las Malvinas pueden servir a los intereses norteamericanos mientras use el pretexto de la “unión americana” para restaurar su supremacía en la región. 

Estados Unidos puede promover distintas acciones en torno a las diferencias entre Argentina y el Reino Unido más el reclamo de soberanía argentino, por ejemplo mostrando su apoyo a los esfuerzos de reconciliación y conmemoración de las víctimas del conflicto. Sin embargo, en la historia quedará marcado que Estados Unidos eligió a sus aliados europeos por sobre sus vecinos americanos y, tal como afirma el autor, “cuarenta y un años después, la disputa de las Malvinas es una rara oportunidad para resolver una brecha entre los Estados Unidos y América Latina y para ayudar a unir al Hemisferio Occidental una vez más”. 

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Valentina Borghi Ponti
Licenciada en Gobierno y Relaciones Internacionales (UADE), con interés en Medio Oriente, el Mediterráneo y los recursos energéticos

8 COMENTARIOS

  1. Gracias por la nota. Aunque sobrevuela EEUU con su liderazgo hemisferico, hace décadas que prefiere consolidarse en la franja norte, incluido el cercano oriente. Todavía el temor a China no lo impulsa a mirar tanto al sur, más que con sus favores a traves del F.M.I. Esto también se refleja en Argentina que lleva 3 años “estudiando” las ofertas para renovar su escuadrilla aérea para defensa.

  2. Es lamentable cuando se ingresa en la página original del artículo (en inglés, traducido), al leer los comentarios de los suscriptores norteamericanos en su mayoría, como tienen una mala imagen de Argentina, están en contra de que las islas vuelvan a nuestra soberanía. Exponen que los habitantes son británicos y desde hace mucho tiempo habitan esos territorios. Hablan de la brutalidad de la junta militar que gobernó al país e invadió las islas y hasta de un chileno que opina que Argentina es la vergüenza de latino américa. También nos reclaman que Argentina no declaró la guerra a Alemania cuando todo el mundo lo hizo en la segunda guerra mundial.
    ¡Cómo desconocen la realidad de los hechos!! incluso hablan a favor del derecho de autodeterminación de los kelpers y que la presencia de habitantes argentinos en las islas fue insignificante frente a los colonos británicos que se establecieron desde 1833, pero sin siquiera mencionar desconociendo totalmente “la invasión de las islas” por parte del RU en 1833 ¿acaso entonces no primaron los derechos de los habitantes argentinos establecidos desde 1820 en las islas?.
    El pensamiento y la acción de la raza sajona se basa sin duda alguna en el poder de la fuerza por sobre el poder de la razón y el derecho, en la piratería y el robo de las riquezas ajenas que les da mas riqueza y poder económico y militar. Su lema despótico, soberbio y altanero reza: God save the King!

  3. Las Malvinas fueron servidas en bandeja por USA al reino unido en 1831…en 1833 fue solo cuestión de ir y usurpar. El territorio insular es americano. Pertenece a América y por razones históricas a la argentina.

  4. En la época del conflicto de malvinas EEUU estaba intentando desarmar si flota del Atlántico sur, y paralelo a ello Inglaterra producto de su crisis económica estaba desatendiendo situaciones de.poco interés y rediciendo parte de su poder militar. Si estados unidos permitía que Inglaterra abandone o reduzca su poder militar ellos se veían o ligados a mantener su flota sur. Es por ese motivo que promovieron la gesta, para demostrar a su aliado europeo lo importante de mantener la supremacía y a ellos les beneficiaba el ahorro de sostener una flota cuando podría encargarse de ello un aliado como Londres.

  5. No me imagino como van a hacer para volver a hegemonizar a todo el hemisferio cuando en 1982 se pusieron del lado de los Piratas Colonialistas y los ayudaron con combustible, armas de última generación, inteligencia, etc, etc y tiraron por la borda el TIAR que ellos mismos habían impulsado cuando les convenía. No se puede estar de ambos lados del mostrador y la guerra sirvió para que se les cayera la careta. Argentina aprendió que no son aliados nuestros y que sus intereses estan en contraposición con los nuestros. No se les debería nunca más comprarles armas porque ya lo experimentamos en carne propia y ante una emergencia bélica con nuestra mayor hipótesis de conflicto en el Atlántico Sur nos van a negar los repuestos y la asistencia técnica cuando la necesitemos. Por lo menos así lo veo yo

  6. EEUU, es, fué y será aliado de UK, por lo que sostener al Imperio Británico en Malvinas es un hecho que tiene directa relación con el dominio del Atlántico Sur, cosa que también ambicionan en China debido a su posición estratégica, no sólo por la comunicación con el Pacífico, con su conexión con los derechos de la Antártida y sus importantes reservas naturales.
    La Corona Británica ya tiene otras dos islas en el océano, con Malvinas puede sostener el control del Atlántico. Norteamérica sostiene el Atlántico norte y los Ingleses el Atlántico Sur, negocio redondo.
    Mientras Argentina no encuentre la forma de sostenerse a sí misma seguirá dependiendo de otras potencias y será un botín de guerra.

  7. La ceguera de los estadounidenses sobre la importancia en el imaginario de los argentinos de las isla, y la flagrante traición de USA al TIAR, les lleva a cometer error tras error, para los argentinos hay un antes y un después de Malvinas, y ha desnudado la hipocresía de Estados Unidos en su relación con Argentina a la que ve nada más que un estado como los demás a quien se ha de manipular o presionar para que siga como oveja los dictados de los intereses que se ocultan detrás de la Casa Blanca. No advierten que la traición de USA al TIAR no será olvidada por los argentinos, ni que USA armo a su enemigo, con lo cual, en el imaginario de los argentinos es una deuda que habrá que cobrarle a USA, tarde o temprano. Y las amenazas y presiones de USA lo único que logra es encender la ira de los argentinos y el deseo de asociarse a quien le permita recuperar la sensación de soberanía e independencia “de toda dominación extranjera”, y en algunos, tales presiones y amenazas, asientan la idea de que la neutralidad del país en ambas guerras mundiales ha sido acertada, y de que no valía la pena involucrarse a favor de un supuesto aliado que no tiene el empacho de traicionar cuando así conviene a sus intereses.

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