El pasado viernes 9 de diciembre, la administración del presidente Joe Biden emitió la advertencia, a partir de una serie de informes que poseen en su poder, de que Rusia e Irán se encuentran fortaleciendo sus lazos militares en lo que llamo una “asociación de defensa de pleno derecho”, afirmando que la relación entre ambos representa una amenaza real y latente tanto para Ucrania como para los países vecinos geográficos de Irán. Y se espera que el apoyo iraní al ejército Ruso crezca en los próximos meses.
En este sentido, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, añadió que Estados Unidos está “preocupado de que Rusia tenga la intención de proporcionar a Irán componentes militares avanzados”. Asimismo, también afirmó que “Rusia busca colaborar con Irán en áreas como el desarrollo y el comercio de armas”, y continuó, “como parte de esta colaboración, nos preocupa que Rusia tenga la intención de proporcionar a Irán componentes militares avanzados”.
Por otra parte, funcionarios británicos confirmaron las declaraciones emitidas por la administración Biden el pasado viernes. En línea a esto, el secretario de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, James Cleverly, sostuvo que “Irán es ahora uno de los principales patrocinadores militares de Rusia”, calificando a los “acuerdos sórdidos” entre los países como una amenaza creciente para la seguridad global, que deben tener una atención especial debido a las posibles repercusiones.
Barbara Woodward, embajadora de Gran Bretaña ante las Naciones Unidas, realizó el pedido formal de llevar adelante una investigación al respecto, y de igual manera afirmó que Irán procedió a la violación del derecho internacional al suministrar cientos de drones a Rusia, que luego fueron utilizados para perpetrar una serie de ataques contra Ucrania, situación que también llevo a que Vladimir Putin se encuentre actualmente en la búsqueda de cientos de armas balísticas iraníes. Remarcó que “a cambio, Rusia ofrece a Irán un nivel de apoyo militar y técnico sin precedentes”, lo que resultaría conveniente para Irán debido al escenario de aislamiento y sanciones internacionales en el que se encuentra desde hace décadas por parte de occidente.
Fuente: The New York Times.
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