Durante una rueda de prensa el pasado lunes 17 de octubre, Karine Jean – Pierre, secretaria de prensa de la Casa Blanca, afirmó que las negociaciones entre Estados Unidos e Irán para alcanzar un nuevo acuerdo sobre la producción nuclear están estancadas, por lo menos, en el corto plazo. Aunque no negó que las puertas diplomáticas continúan abiertas para revertir esta decisión.
Es importante recordar que el JCPOA, o Plan de Acción Integral Conjunto, es un acuerdo histórico firmado por los 5 miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y Alemania con Irán, para evitar que Teherán fabrique armas nucleares a cambio de levantar una serie de sanciones económicas internacionales que fueron impuestas por occidente y que estuvieron vigentes durante años, socavando su economía y aislando al país del resto del mundo.
Este hecho marcó un hito importante en materia nuclear a nivel mundial, considerándose un éxito de la presidencia de Barack Obama que luego fue revertido por Donald Trump, quien retiró a Estados Unidos de manera formal del acuerdo. Es por ello que, durante sus primeros 2 años, la administración de Biden puso énfasis y esfuerzo en retomar las negociaciones con Irán en pos de un nuevo acuerdo nuclear como el firmado en el año 2015.
Sin embargo, las posibilidades de un nuevo acuerdo JCPOA parecen desplomarse con el correr de las semanas. Por un lado, por el hecho de que Irán se encuentra suministrando armamento a Rusia para su invasión en Ucrania, sin ir más lejos, recientemente se registró un nuevo ataque ruso en Kiev donde se utilizaron drones “kamikaze” Shahed – 136 de fabricación iraní. Y por otro, debido a las protestas que han sacudido a Teheran en las ultimas semanas como consecuencia del asesinato de Mahsa Amini, una joven irani que se nego a cumplir con las estritcas normas que obligan a las mujeres a cubrirse el total de la cabeza.