El presidente argentino Alberto Fernández fue ampliamente crítico contra la Organización de Estados Americanos (OEA) durante su discurso en la Cumbre de las Américas, en Estados Unidos. Pidió la renuncia del secretario general, Luis Almagro, afirmando que para ser una organización respetada “debe ser reestructurada removiendo de inmediato a quienes la conducen”.
Fernández emitió estas declaraciones momentos antes de dirigirse a Joe Biden pidiendo una reformulación de la política estadounidense hacia América Latina, afirmando que “en esta Cumbre debemos analizar el presente y proyectar el mañana en pos de una reconstrucción creativa del multilateralismo”.
Pero el mandatario argentino no solo criticó a la OEA afirmando que fue utilizada “como un gendarme que facilitó un golpe de Estado en Bolivia”, sino que también fue sumamente culminante con el funcionamiento de otros organismos. Para Fernández, el BID fue apropiado por la conducción estadounidense durante el mandato de Trump, como también denunció la intervención de este país en el Fondo Monetario Internacional.
Fernández también lamentó la ausencia de ciertos países en la Cumbre, por un lado porque hubo exclusiones de algunos (como Venezuela, Nicaragua y Cuba), y por el otro porque muchos vieron en este accionar la necesidad de mostrar un desacuerdo y no asistir a la reunión.