Según documentos oficiales de Naciones Unidas (ONU), la organización propuso pagar casi 6 millones de dólares a los talibanes por “protección y seguridad”. El monto estaría dirigido al Ministerio del Interior, cuyo jefe está sancionado por ONU y es buscado por el FBI.
Se estima que estos fondos se pagarían el año próximo, puntualmente para subsidiar los salarios de los combatientes talibanes que protegen las instalaciones de la ONU en el país, como también para proporcionarles una asignación mensual en alimentos.
Asimismo, se trataría de una ampliación del acuerdo con el antiguo gobierno afgano respaldado por Estados Unidos, frente a los recortes de la ayuda financiera internacional hacia el país luego de la toma del poder por parte de los talibanes.
Frente a esta situación, el portavoz adjunto de la ONU, Farhan Haq, emitió diversas declaraciones. Respondió a Reuters que “las Naciones Unidas tienen el deber como empleador de reforzar y, cuando sea necesario, complementar la capacidad de los estados anfitriones en circunstancias en las que el personal de la ONU trabaja en áreas de inseguridad”.