Este lunes, en medio de una disputa comercial que amenaza con llegar a mayores, Reino Unido le dio a Francia 48 horas para “retroceder”. Ambas economías podrían enfrentar amplias acciones legales o tratar de cooperar y llegar a una resolución.
Posterior al Brexit, el comercio en torno a la pesca tuvo amplias repercusiones para ambos países ya que las diferencias se agravaron.
En septiembre, París acusó a Londres de no asignar suficientes licencias a los barcos franceses para pescar en la zona de 6 a 12 millas náuticas de las costas del Reino Unido, y allí comenzó un ida y vuelta de diferencias que no ha sabido parar desde entonces.
Mientras que Londres afirmó que se reservaba el derecho a responder a cualquier acción “de forma proporcionada”, Francia declaró que prohibiría el acceso de barcos pesqueros británicos a los puertos designados y que reforzaría los controles aduaneros de los productos británicos que entren al país a partir del 2 de noviembre