Australia se encuentra luchando con la variante delta del Coronavirus cuando los nuevos casos diarios de COVID-19 superaron el jueves los 1.000 por primera vez desde el inicio de la pandemia mundial.  

En Sídney, los hospitales más importantes instalan tiendas de campaña de emergencia al aire libre para ayudar a hacer frente al aumento de pacientes.

Sídney, donde se encuentra el epicentro del actual brote, está luchando para acabar con el aumento de la variante Delta, que se está extendiendo rápidamente, y las infecciones diarias han alcanzado niveles récord incluso después de dos meses de cuarentena estricta. 

El problema radica en que los casos que informó el estado de Nueva Gales del Sur (NSW), donde Sydney es la capital, siguen en aumento y la mayoría se concentra en el área más poblada de la ciudad. De los nuevos 1003 casos, 969 se detectaron en el área metropolitana de Sídney.

El rápido aumento de los pacientes con COVID-19 ha obligado a los hospitales de Westmead y Blacktown, que atienden a los extensos suburbios del oeste de la ciudad, a levantar tiendas de campaña para examinar y tomar muestras de los pacientes con el fin de ayudar a gestionar la capacidad.

The Australian

La unidad improvisada en el servicio de urgencias para los pacientes con COVID-19 ayudará a “descargar los retrasos”, dijo a Reuters un portavoz del Distrito Sanitario Local de Sídney Occidental.

Ante esto y la posibilidad del colapso de los sistemas sanitarios, la primera ministra, Gladys Berejiklian, dijo que las autoridades habían cuadruplicado el número de respiradores de cuidados intensivos hasta alcanzar los 2.000 a principios del año pasado. Aunque el sistema está “bajo presión”, puede soportar la crisis actual una vez que las tasas de vacunación aumenten, dijo.

“Puede que sea diferente a la ayuda que recibían antes debido a la situación, pero sepan que el sistema está funcionando”, dijo Berejiklian en una conferencia de prensa. 

La cepa Delta, de rápida propagación, ha hecho olvidar el éxito inicial de Australia contra el virus, que mantuvo sus cifras de coronavirus relativamente bajas, con unos 47.700 casos y 989 muertes. Alrededor del 32% de los mayores de 16 años se han vacunado completamente, mientras que algo más del 54% se ha vacunado al menos una vez.

Además de Sídney, la segunda ciudad más grande del país, Melbourne, y la capital, Canberra, también se encuentran en cuarentena, lo que hace que más de la mitad de los 25 millones de habitantes del país estén bajo estrictas órdenes de permanecer en casa.

El gobierno federal está impulsando los planes de reapertura del país una vez que las tasas de vacunación alcancen el 70%-80%, pero algunos estados han insinuado que podrían retrasar el proceso dado el rápido crecimiento de los casos en Sydney.

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Redacción
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