La alianza militar de la OTAN con sede en Bruselas está restringiendo el acceso a su cuartel general de un grupo de funcionarios bielorrusos tras la decisión de Minsk de desviar un avión de pasajeros de Ryanair para detener a un periodista disidente a principios de este mes.
“Hemos decidido restringir el acceso del personal bielorruso a la sede de la OTAN basándonos en nuestra evaluación de las medidas de seguridad en la sede”, declaró el lunes a la prensa el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg.
Se espera que la medida afecte a unos cinco funcionarios. Podrán seguir entrando en el extenso complejo de la sede de la OTAN en Bruselas, pero sólo como visitantes, no con sus habituales distintivos de delegación, lo que les privará de acceso a algunas zonas.
El aislamiento internacional de Bielorrusia se ha acentuado desde el incidente del 23 de mayo, en el que los controladores de vuelo bielorrusos informaron a la tripulación de un avión de Ryanair de una supuesta amenaza de bomba y les ordenaron aterrizar en Minsk, donde el periodista Raman Pratasevich fue sacado del avión por las autoridades.