El 19 y 20 de mayo tuvo lugar la reunión ministerial del Consejo Ártico (CA) en Reikiavik, Islandia. Como sucede cada dos años, los Ministros de Relaciones Exteriores de Canadá, Dinamarca, Finlandia, Islandia, Estados Unidos, Noruega, Rusia y Suecia (los ocho miembros del CA) se reunieron con los seis representantes permanentes de las comunidades indígenas nativas para debatir y llegar a acuerdos acerca de la gobernanza y las problemáticas que afectan a la región ártica.

Uno de los hitos principales de la reunión ministerial fue que, por primera vez en los 25 años de historia del CA, se llegó a la firma de un Plan Estratégico de trabajo para los próximos 10 años en el marco de la organización. El mismo declara las aspiraciones y los objetivos a cumplir del CA para el año 2030. “En 2030, imaginamos que el Ártico seguirá siendo una región de paz, estabilidad y cooperación constructiva; que será un hogar vibrante, próspero, sostenible y seguro para todos sus habitantes, incluidos los pueblos indígenas, donde se respetan sus derechos y bienestar”. En esta línea, mantienen la primacía del CA como el principal encargado de cumplir todos estos objetivos y resolver todos los problemas que puedan acontecer a medida que el mundo presta cada vez más atención al Ártico.

Otro elemento importante que tuvo lugar en la reunión fue el traspaso de la presidencia bianual del CA a Rusia. Desde 2019 hasta el día de la reunión ministerial, Islandia tuvo a cargo la presidencia del CA. Durante la misma, el foco estuvo puesto en cuestiones relacionadas con el medio ambiente marino del Ártico, el cambio climático, su mitigación y la protección de las comunidades árticas. En los últimos dos años de presidencia islandesa se logró el fortalecimiento del conocimiento sobre el transporte marítimo, la mejora en respuestas a emergencias en las aguas árticas, evaluaciones más acabadas acerca del impacto climático en los ecosistemas árticos, entre otros. A continuación, se deberán evaluar las prioridades de la agenda rusa en el período 2021-2023 y su capacidad para llevarlas a cabo.

En esta línea, cabe destacar algunos puntos centrales de la exposición del Ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergey Lavrov. El diplomático hizo alusión al periodo en que su país encabezará la presidencia del CA y remarcó su voluntad de mantener el espíritu cooperativo entre los miembros del CA. Mencionó que la prioridad de Rusia será promover el desarrollo sostenible de la región en sus áreas social, económica y ambiental, al igual que mejorar la calidad de vida de las comunidades árticas. También hizo alusión a la importancia de mantener relaciones positivas entre los miembros en el ámbito militar, para lo que debería reanudarse el diálogo entre Jefes de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de los Estados Árticos. Este último punto se hace llamativo, dado que el CA no se dedica específicamente a tratar cuestiones militares, solo cuestiones económicas y ambientales. Esta puede ser una de las prioridades que Rusia tratará de poner en agenda, relacionada a sus amplios esfuerzos de revitalizar sus capacidades en la región.

Por su parte, el Secretario de Estado de Estado Unidos, Antony Blinken, también remarcó algunos puntos llamativos en su discurso de cierre. En primer lugar, destacó el compromiso de Estados Unidos con la no conflictividad ártica, punto que remarcó a lo largo de todo su discurso. Hizo alusión a la necesidad de mantener una cooperación pacífica entre miembros para asegurar el bienestar de las comunidades árticas, dado que el Ártico ha captado la atención del mundo como un lugar de competencia estratégica, pero “es mucho más que eso”. Otro punto central de su discurso fue el cambio climático, donde habló de la importancia de reducir las emisiones de carbón y metano. En cuanto a la protección del medioambiente ártico, anunció que presentaría al Congreso un proyecto para proporcionar hasta un millón de dólares al CA tendientes a este fin. En las cuestiones climáticas se puede ver como la administración Biden se diferencia diametralmente de la administración Trump.

La reunión ministerial del CA abrió las puestas para una reunión paralela entre Lavrov y Blinken, la primera desde que la administración Biden llegó a la Casa Blanca. Esta reunión fue de suma importancia a nivel internacional. Lejos de tratar temáticas abordadas en el CA, los ministros discutieron formalmente acera de los puntos que deben resolver entre ambos países, como lo son las cuestiones climáticas, las asociadas a la pandemia de Covid-19 y los programas nucleares de Irán y Corea del Norte, entre otras. Fue la reunión de más alto nivel entre ambos Estados en 2021, un año marcado por fuertes tensiones luego del supuesto ciberataque ruso a Colonial Pipeline, las sanciones impuestas por Estados Unidos por este motivo y por el supuesto envenenamiento de Alexei Navalny y la posterior expulsión de diplomáticos de ambos países.

En suma, se puede concluir que la reunión ministerial del CA fue productiva. Principalmente, por el hecho de haber concluido con la firma de un Plan Estratégico que, si bien no obliga formalmente a ninguno de los miembros del CA, puede esperarse que obtenga un alto grado de cumplimiento al no involucrar cuestiones particularmente sensibles. El foco de la organización está dirigido a proteger a la región de los efectos adversos del cambio climático y mantener la cooperación pacífica entre los miembros. Quedará por verse si el CA puede cumplir con los objetivos propuestos en el Plan Estratégico yendo más allá de las tensiones continuas entre sus dos miembros más importantes, la creciente atención internacional que recibe el Ártico y la competencia estratégica presente en la región.

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