La Cámara de Representantes aprobó el miercoles el paquete que instituye un gasto estatal sin precedentes para mitigar la crisis económica en medio de la pandemia de COVID-19. El Partido Republicano se opuso en bloque, mientras el oficialismo demócrata se decantó por la darle la venia al proyecto.
La norma incluye un pago de USD 1400 a la mayoría de los ciudadanos, extiende el seguro de desempleo de USD 300 hasta Septiembre, y otorga fondos a escuelas para su reapertura total, así como recursos para realizar testeos masivos y distribuir en forma veloz y efectiva la vacuna.
La ley, promovida por el Presidente Joe Biden, busca inyectar dinero a la economía para potenciar su recuperación. Su admistración deberá hacerlo de forma eficiente y equitativa, ya que a través de la implementación de esta norma se jugará gran parte del éxito de la primera mitad de su mandato presidencial.
Las críticas de la oposición republicana a la ley, incluyen advertencias por la magnitud enorme del gasto que implica, lo que llevará a un déficit y a un aumento de impuestos extraordinario según advierten. Además, sostienen que los detalles de la norma demuestran que sólo 10% del gasto irá a luchar contra el COVID, siendo la mayoría un gasto destinado a aliviar las arcas de los gobiernos locales y estaduales.
El pasaje exitoso de la legislación puede observarse desde dos aristas contrapuestas: un categórico triunfo político de Biden; o una vertiginosa derrota de su intención preliminar de buscar consensos bipartidistas en un país polarizado y dividido.
Lo cierto es que los demócratas cuentan con un instrumento poderoso y recién sacado del horno. El tiempo demostrará cómo se aplica y las consecuencias políticas de esta legislación.
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