Las autoridades hondureñas chocaron en la noche del viernes 15 de enero con algunos grupos de personas que trataban de pasar la frontera. Alrededor de 3.000 personas ya habían superado este obstáculo y se encuentran en territorio guatemalteco.

La nueva caravana migrante que se dirige a Estados Unidos está creciendo. Hasta el viernes 15 de enero, el gobierno de Guatemala se había mantenido firme en su posición de no permitir el paso hacia su país, pero la presión se hizo más fuerte.


En la noche, las autoridades hondureñas chocaron con algunos grupos de migrantes y ahora el Instituto Guatemalteco de Migración estima que cerca de 6.500 hondureños se están abriendo paso hacia el norte y que en Guatemala ya había otros 3.500 transitando hacia México.

Los migrantes dejaron atrás en la noche de este viernes la barrera policial del puesto fronterizo El Florido, ubicado 200 kilómetros al este de la Ciudad de Guatemala, sin que las fuerzas de seguridad pudieran detener a la multitud. Tras sobrepasar la frontera, la caravana avanza actualmente sobre el departamento de Chiquimula para trazar una ruta a México, en primer lugar, y posteriormente a Estados Unidos.


Los gobiernos de Guatemala, Honduras, El Salvador y México están coordinando sus respectivas medidas de seguridad y salud pública para contener el tránsito no autorizado en sus fronteras.
Pero la perspectiva de una política más suave por parte del gobierno Biden hace pensar que la cantidad de migrantes podría crecer, según le han expresado a Reuters algunos asesores del presidente entrante.


Las condiciones de vida para miles de centroamericanos ya eran difíciles antes de que la pandemia de Covid-19 viniera a profundizar la crisis. A la pobreza, violencia y falta de oportunidades se sumaron en noviembre de 2020 los huracanes Eta e Iota que golpearon con fuerza a los países del triángulo norte centroamericano.

La primera gran ola de migrantes centroamericanos de 2021 surge a menos de una semana de la posesión de Joe Biden.

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