El presidente de extrema derecha de Brasil, Jair Bolsonaro, criticó el miércoles una decisión del Senado argentino que daba a las mujeres el derecho a decidir sobre el aborto.
En un post en Twitter, el jefe de gobierno evangélico dijo que “lamenta profundamente la vida de los niños argentinos”, diciendo que ahora están “expuestos a ser cortados del vientre de sus madres con el consentimiento del Estado”.

Ferviente partidario de una agenda conservadora y líder del país católico más grande del mundo, Bolsonaro también dijo que “si depende de mí y de mi administración, el aborto nunca será aprobado en nuestro suelo”.

“Siempre lucharemos para proteger la vida de los inocentes”, añadió.

En medio de un manejo muy criticado de la pandemia del coronavirus, con la revelación de que su gobierno no pudo comprar más del 2,4% de las jeringas necesarias para las vacunas COVID-19, Bolsonaro fue criticado por sus comentarios sobre la ley argentina.

Algunos usuarios de redes sociales citaron las cifras de coronavirus del país, con un total de casi 195.000 muertes y más de 7,6 millones de casos.

Brasil registró 1.224 nuevas muertes el miércoles, su mayor número diario de muertes por coronavirus desde agosto. El Ministerio de Salud aún no tiene un plan de vacunación claro.

Antes, el Ministro de Relaciones Exteriores Ernesto Araújo también se pronunció en contra de la decisión de Argentina a través de las redes sociales. Sin mencionar directamente a Argentina, pero compartiendo una noticia sobre el voto del Senado en Buenos Aires, escribió que Brasil permanecerá en lo que llamó “la vanguardia del derecho a la vida y en la defensa de los indefensos”.

Según Araújo, esto sucederá “sin importar cuántos países legalicen la barbarie del aborto indiscriminado disfrazado de ‘salud reproductiva’ o ‘derechos sociales'”.

Desde que Alberto Fernández fue elegido presidente de Argentina, la relación del país con el Brasil de Bolsonaro ha estado marcada por la rudeza, las ofensas y un raro silencio en la tradicional relación entre los vecinos latinoamericanos.

La ministra brasileña de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos, Damares Alves, escribió que “gracias a Dios que nuestro país es en su mayoría pro-vida”. También dijo que el gobierno actual “trabaja para proteger las vidas de nuestros niños incluso antes de que nazcan”, señalando que esta es “la voluntad del pueblo”.

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