Los últimos cuatro años de la administración Trump han sido, en contraste con los de Obama, de confrontación total con ambos países.
Washington se retiró con gran estrépito del acuerdo nuclear con Irán y extendió las sanciones sobre el país. Para Teherán una posible victoria de Biden sería un cambio de enfoque radical, pero esperan compensaciones.
“El marco para las conversaciones está claro, es el Plan de Acción Integral Conjunto“, explicó el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Saeed Khatibzadeh. “Quien quiera que vuelva a ese marco, compense por los daños y detenga la guerra contra la nación iraní, podrá ser parte del marco, junto con los otros. Estamos atentos a las elecciones. Prestaremos más atención a los actos del próximo Gobierno de EE.UU. que al resultado de las elecciones”.
Trump ha tenido en China uno de sus antagonistas favoritos.
El presidente estadounidense ha culpado a Pekín de aprovecharse de EE.UU. por el déficit comercial, e incluso de propagar el coronavirus. La relación entre ambos países está en uno de los peores momentos de su historia.