El gobierno del presidente Emmanuel Macron dijo que la inversión incluiría grandes gastos en energía verde y transporte.

Apodado “Relanzamiento de Francia”, el plan tiene como objetivo revertir el aumento del desempleo e incluye recortes de impuestos para las empresas.

Un dato que ha traido la pandemia es que la economía de Francia se contrajo un 13,8% entre abril y junio, la mayor caída trimestral desde la Segunda Guerra Mundial.

El plan, cuyo presupuesto es de 100.000 millones de euros, equivale al 4% de la producción económica anual de Francia. El primer ministro Jean Castex dijo que esto es casi cuatro veces mayor que la estrategia de rescate implementada después de la crisis financiera de 2008.

Su objetivo es alejarse de la financiación de emergencia de la crisis del coronavirus y realizar inversiones a largo plazo en empleo y formación, así como en la transformación de Francia en una economía verde.

Aproximadamente 40.000 millones de euros de la financiación provendrán del nuevo fondo de recuperación de la Unión Europea.

Se han destinado unos 35.000 millones de euros a proyectos para hacer la economía más competitiva y 30.000 millones de euros se utilizarán en políticas energéticas más ecológicas. Se prevén unos 6.000 millones de euros para aislar mejor los edificios públicos y las viviendas. La industria del hidrógeno, un sector que está recibiendo una gran inversión en Alemania, recibirá 2.000 millones de euros.

El resto del paquete de inversión se destinará a apoyar el empleo, la formación y las iniciativas sociales más amplias con el objetivo de crear al menos 160.000 puestos de trabajo el próximo año.

Redacción
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