El Departamento de Defensa de Rumania confirmó este miércoles que Estados Unidos reducirá parte de su contingente militar desplegado en Europa del Este, incluyendo a las tropas destacadas en la base aérea Mihail Kogălniceanu, cerca del Mar Negro. La medida se enmarca en un ajuste estratégico del Pentágono que busca concentrar recursos en el Indo-Pacífico y en la defensa de las fronteras estadounidenses.
La decisión fue comunicada oficialmente a Bucarest, que en un comunicado afirmó que la reducción “era esperada” y que se mantiene un contacto permanente con el socio estratégico norteamericano. De acuerdo con la declaración del Ministerio de Defensa rumano, Washington decidió suspender la rotación de una brigada estadounidense que mantenía elementos desplegados en varios países de la OTAN, entre ellos Rumania.

“La decisión estadounidense es detener la rotación en Europa de una brigada que tenía unidades distribuidas en distintos países aliados”, señaló el comunicado. El ministro de Defensa rumano, Ionut Moșteanu, precisó que unos 1.000 soldados estadounidenses ya abandonaron el país, aunque otros 1.000 permanecen en territorio rumano, junto a 2.500 efectivos de otras naciones aliadas.
Preocupación en el flanco oriental de la OTAN
El anuncio llega en un momento de tensión persistente por la guerra en Ucrania, y generó inquietud entre los aliados de la OTAN en el flanco oriental, especialmente en Polonia y los países bálticos. Sin embargo, el ministro de Defensa polaco, Władysław Kosiniak-Kamysz, aclaró que Varsovia no ha recibido información sobre una reducción de tropas estadounidenses en su territorio.

“Polonia y Estados Unidos son aliados inquebrantables”, subrayó el funcionario. Durante su reunión de septiembre con el presidente polaco Karol Nawrocki, Donald Trump había asegurado que Washington mantendría su presencia militar en Polonia e incluso podría ampliarla, pese a su insistencia en que los aliados europeos asuman más responsabilidades en materia de defensa.
Un funcionario de la OTAN citado por Reuters calificó el movimiento como una reorganización habitual del despliegue estadounidense, y aclaró que “incluso con este ajuste, la presencia militar de Estados Unidos en Europa sigue siendo mayor que en muchos años”. La reducción en Rumania, explican analistas, no representa un abandono del flanco oriental, sino una redistribución temporal dentro de la estrategia de seguridad de Washington, que busca equilibrar su proyección global entre Europa, el Pacífico y Medio Oriente.
Implicancias estratégicas para la región
Rumania, ubicada en una posición clave entre el Mar Negro y Ucrania, se ha convertido en uno de los principales puntos logísticos de la OTAN desde la invasión rusa de 2022. En los últimos tres años, el país ha recibido un flujo constante de tropas y equipamiento, además de ser sede de ejercicios militares conjuntos con fuerzas estadounidenses, británicas y francesas.

Aun con la reducción, Bucarest seguirá albergando contingentes de la OTAN Forward Presence, y fuentes diplomáticas aseguran que la cooperación bilateral en materia de defensa y ciberseguridad continuará en expansión.
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