Nuevas imágenes satelitales revelan que Rusia instaló redes metálicas de protección sobre los tanques de combustible del complejo nuclear de Novaya Zemlya, en el Ártico, a más de 2.500 kilómetros del frente de guerra en Ucrania. Las estructuras, conocidas como cope cages, fueron colocadas durante agosto sobre las instalaciones de Severny, uno de los asentamientos militares más secretos del país.
Las fotografías muestran tres filas de depósitos de gasolina cubiertos por mallas azuladas diseñadas para mitigar el impacto de drones explosivos, una medida similar a la implementada en bases aéreas como Olenya, en la península de Kola. El portal The Barents Observer, que analizó las imágenes, señaló que las defensas buscan evitar que una eventual explosión provoque incendios masivos en los depósitos de combustible.

Defensa preventiva ante drones de largo alcance
El refuerzo coincide con el desarrollo por parte de Ucrania de su nuevo misil crucero FP-5 Flamingo, presentado en agosto y con un alcance estimado de 3.000 kilómetros, suficiente para alcanzar el archipiélago de Novaya Zemlya. Kiev ha demostrado capacidad para atacar más de 1.000 kilómetros dentro del territorio ruso y ya ha impactado bases militares en Murmansk y Oremburgo.
El sitio de Severny, administrado por el Ministerio de Defensa ruso y la corporación nuclear estatal Rosatom, alberga los laboratorios donde se realizan experimentos nucleares subcríticos, es decir, sin detonación plena. Las pruebas se ejecutan en túneles ubicados tres kilómetros al sur del asentamiento, en cooperación con la 12.ª Dirección Principal del Ministerio de Defensa, encargada del mantenimiento y transporte de ojivas nucleares.
Aunque Rusia no realiza detonaciones reales desde 1990, mantiene la infraestructura lista para reanudar los ensayos. Dos túneles se encuentran activos y un tercero en construcción, mientras que en noviembre de 2023 Vladimir Putin retiró la ratificación del Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares (CTBT), aumentando la preocupación internacional por una posible reactivación.

El enclave conserva además un alto valor simbólico. Durante la era soviética, brigadas ucranianas excavaron los túneles de prueba, motivo por el cual el único hotel del asentamiento fue bautizado como Hotel Ukraina. Hoy, Severny es una zona de acceso restringido y operada bajo estricto secreto militar, con presencia regular de altos funcionarios y de directivos de Rosatom.
La instalación de defensas antidrones tan al norte refleja el temor creciente de Moscú ante la expansión del alcance ucraniano y la vulnerabilidad de su infraestructura crítica. La protección del sitio nuclear de Novaya Zemlya, escenario de 132 pruebas atómicas desde 1955 —incluida la legendaria Tsar Bomba—, confirma que Rusia considera plausible un ataque a objetivos estratégicos, incluso en el corazón de su complejo nuclear.
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