La posibilidad de que Estados Unidos envíe misiles Tomahawk a Ucrania -armamento con un rango que le permitiría alcanzar el interior de Rusia– fue puesta en duda por un oficial con conocimiento de este sistema armamentístico, según reportó la agencia Reuters.
La fuente, a la que fue garantizada el anonimato para discutir un tema sensible, argumentó que aunque no haya escasez de misiles Tomahawk, los inventarios actuales están comprometidos a la Marina de EE.UU. y otros usos ya pactados.
Según los datos presupuestarios del Congreso, la Marina estadounidense es el principal usuario de este sistema armamentístico, desarrollado a mediados de la década del 80. La misma fuente muestra que este cuerpo posee hasta la fecha 8959 misiles Tomahawk, que tienen un costo unitario de USD 1.3 millones. En años recientes, la producción escaló de 55 a 90 misiles al año, y sólo el año que viene Estados Unidos planea comprar 57 de ellos.

Acaso sería la voluntad política, sugerida por Donald Trump y el vicepresidente JD Vance, lo único que podría redirigir estas partidas al frente de batalla europeo. En caso de llegar a Ucrania, los misiles Tomahawk darían al ejército de Kiev posibilidades de las que hoy carece, como alcanzar instalaciones energéticas o militares más de 1600 kilómetros al interior de Rusia. Por la posibilidad de caos que esto implica, Moscú ha señalado que el envío de este tipo de armamento al país invadido sería considerado una escalada en la guerra que ya lleva más de tres años.
Como reportó Zona Militar, la posibilidad de que Ucrania cuente con este armamento abriría una serie de interrogantes en los que reside el posible escalamiento del conflicto. Así fueron planteados por Dimitri Peskov, portavoz del Kremlin: “¿Quién lanzará esos misiles? ¿Ucranianos solos o con asistencia? ¿Quién determina los objetivos?”. En el pasado, Kiev ya se ha visto obligada a solicitar autorizaciones a la presidencia estadounidense para poder usar su armamento, y también recibe de sus aliados norteamericanos y europeos fuentes y recursos en materia de inteligencia para la obtención de objetivos.

Trump hace concesiones a Europa para mostrar unidad ante Rusia
La posibilidad de que Trump provea de misiles de largo alcance a Ucrania se enmarca en los pedidos de sus aliados de la OTAN, especialmente los europeos, quienes buscan disuadir a Rusia de continuar la guerra.
Para esto, las naciones occidentales crearon la llamada Lista de Requerimientos Ucranianos Prioritarios (PURL por sus siglas en inglés), un mecanismo que permite a Estados Unidos y sus aliados proveer a Ucrania de nuevo armamento o sistemas presentes en el arsenal norteamericano utilizando fondos de la OTAN.

La fuente consultada por Reuters que puso en duda el envío de misiles Tomahawk se mostró más proclive a la llegada de otro tipo de sistemas, incluso de largo alcance, de mayor disponibilidad actual. Estos sistemas podrían aumentar las capacidades militares de Ucrania sin abrir un nuevo frente simbólico con Rusia.
Hay que recordar que, mientras se analizan maneras de que Ucrania recupere terreno simbólico y literal en el conflicto, las negociaciones de paz siguen estancadas. En declaraciones recientes, Vladimir Putin aseguró que su país conseguiría en el campo de batalla lo que no pudiera en la diplomacia. En respuesta, Trump llamó a Rusia “tigre de papel”, y señaló que Moscú no tiene mucho para mostrar después de la reciente intensificación de su campaña ofensiva.
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