La tensión entre las dos grandes potencias globales escala luego de que China rechazara los informes que señalan que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pidió a la Unión Europea (UE) elevar hasta el 100 % los aranceles sobre productos procedentes de China e India. La medida, revelada por el Financial Times, busca presionar indirectamente al presidente de Rusia, Vladímir Putin, para poner fin a la guerra en Ucrania.

En este sentido, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Lin Jian, calificó de “inaceptable” la estrategia de Trump: “Nos oponemos firmemente a que se dirija el asunto hacia China y nos oponemos resueltamente a la presión económica sobre China”, señaló en conferencia de prensa. El gigante asiático insiste en que su postura frente a la guerra de Ucrania fue “objetiva e imparcial” y reitera que no es parte en el conflicto.
De acuerdo con el informe, Trump transmitió personalmente a sus pares europeos la necesidad de imponer aranceles drásticos como herramienta de presión económica contra Moscú. El propio mandatario republicano habría prometido igualar los gravámenes que adopte la UE, aunque hasta ahora Bruselas no se pronunció públicamente. La Casa Blanca, por su parte, tampoco respondió a los pedidos de comentarios.
Frente a Estados Unidos, India, China y Rusia refuerzan sus vínculos comerciales
China e India figuran como los principales compradores de combustibles fósiles rusos. Solo en julio, Pekín importó productos energéticos por 7.200 millones de dólares, equivalentes al 42% de los ingresos mensuales de Rusia por estas exportaciones, según el Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA).
Por su parte, India ocupó el segundo lugar con compras por 4.100 millones de dólares, seguida por Turquía, la UE y Arabia Saudita. Para Trump, estas operaciones socavan sus esfuerzos de aislar a Moscú, mientras el Kremlin subraya que las sanciones estadounidenses “no han tenido ningún efecto” en su economía, en palabras del portavoz Dmitri Peskov.

En paralelo, Putin reforzó sus vínculos con los líderes de China e India. La semana pasada firmó con Xi Jinping un acuerdo para avanzar en el gasoducto Power of Siberia 2, que incrementará la dependencia energética mutua. Mientras tanto, Trump intenta mantener abiertas sus propias vías diplomáticas, aseguró que hablará nuevamente con Putin en los próximos días y destacó las negociaciones en curso con el primer ministro indio, Narendra Modi, a quien definió como su “muy buen amigo”.
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