La próxima Estrategia de Defensa Nacional (NDS, por sus siglas en inglés) de EE.UU., cuya finalización estaba prevista para finales de agosto 2025, llega en un momento crítico marcado por la rivalidad estratégica con China, la guerra en Ucrania y crecientes tensiones con Rusia. El documento busca establecer una hoja de ruta clara para enfrentar amenazas globales, modernizar las capacidades militares y coordinar los recursos necesarios para mantener la seguridad nacional. Con un entorno geopolítico cada vez más volátil, la estrategia definirá cómo el Pentágono priorizará desafíos, gestionará alianzas y equilibrará las demandas operativas en múltiples frentes.
Una estrategia clave para redefinir prioridades globales
La Estrategia de Defensa Nacional servirá como guía central para el Departamento de Defensa (DoD) en la asignación de recursos y la definición de objetivos estratégicos. Pese a las decisiones unilaterales del presidente Donald Trump, incluyendo los ataques contra instalaciones nucleares en Irán, las negociaciones con Vladímir Putin para poner fin a la guerra en Ucrania y la imposición de fuertes tarifas comerciales a China; el documento busca ofrecer un marco institucional que oriente a las fuerzas armadas y a los casi 3 millones de empleados del Pentágono en la toma de decisiones.

Uno de los objetivos principales de la nueva NDS será establecer un orden de prioridades claro. Entre ellas se destacan la protección del territorio estadounidense y la disuasión de China como principal desafío estratégico, sin descuidar la competencia con Rusia y la gestión de conflictos regionales. Además, el documento busca reforzar la coordinación con aliados, optimizar el uso de los recursos y garantizar que las decisiones de defensa sigan una visión coherente, brindando al Congreso y a los socios internacionales un mensaje claro sobre las intenciones y capacidades de EE.UU.
“America First”, el marco para enfrentar desafíos estratégicos
El memorándum firmado en mayo de 2025 por el secretario de Defensa Pete Hegseth establece que la nueva Estrategia de Defensa Nacional se construirá sobre las directrices de la Interim National Defense Strategic Guidance 2025 y estará alineada con los principios de la política “America First”. El objetivo central es alcanzar la paz a través de la fuerza, redefiniendo la postura militar de EE.UU. para adaptarse a un entorno de seguridad cada vez más complejo.

La estrategia también apunta a acelerar la modernización tecnológica, fortalecer la base industrial de defensa y garantizar que las Fuerzas Armadas cuenten con capacidades avanzadas frente a adversarios estratégicos como China y Rusia. Asimismo, busca consolidar el liderazgo global de EE.UU. reforzando la cooperación con aliados clave y exigiendo mayores compromisos en materia de defensa compartida, especialmente dentro de la OTAN y alianzas en el Indo-Pacífico.
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