El presidente Donald Trump anunció que firmará una orden ejecutiva para rebautizar el Departamento de Defensa como Departamento de Guerra, recuperando la denominación histórica que se utilizó en Estados Unidos hasta 1949. La medida será presentada este viernes y forma parte de la campaña de la Casa Blanca para reinstalar lo que denomina una “ética guerrera” en las Fuerzas Armadas.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, pasaría a ser conocido oficialmente como secretario de Guerra, en una señal de cambio cultural dentro del Pentágono. La decisión, cargada de simbolismo, ya generó debate sobre su impacto político, militar y legal, en un contexto internacional marcado por tensiones con China, Rusia y Corea del Norte.

Lo que tenés que saber
- Trump firmará el 5 de septiembre la orden ejecutiva que devuelve al Pentágono el nombre de Departamento de Guerra.
- La denominación fue utilizada por EE.UU. hasta 1949, cuando se creó el Departamento de Defensa con la Ley de Seguridad Nacional de 1947.
- La medida incluye cambios de nomenclatura en oficinas y comunicaciones oficiales, como el “Pentagon War Annex”.
- Trump y Hegseth argumentan que el nuevo nombre refleja una doctrina más ofensiva y directa, en contraste con la actual orientación “defensiva”.
Un regreso al pasado con mensaje político
La iniciativa busca recuperar la carga simbólica del periodo en el que Estados Unidos ganó la Primera y la Segunda Guerra Mundial bajo el paraguas del Departamento de Guerra. Según Trump, “cuando era Departamento de Guerra tuvimos una historia de victorias como nunca antes”, y sostuvo que los nombres importan porque transmiten una visión estratégica.

El cambio se enmarca en un discurso de mayor agresividad hacia las amenazas globales y de reconstrucción de la imagen de las Fuerzas Armadas. Hegseth, quien ya había sido referido por Trump como “secretario de Guerra” en actos recientes, explicó que el objetivo es dejar atrás la idea de “operaciones interminables y de defensa pasiva” y reinstaurar una lógica ofensiva.
La dimensión histórica y legal
El Departamento de Guerra fue creado en 1789 y se mantuvo con ese nombre hasta 1949, cuando fue reemplazado por el actual Departamento de Defensa como parte de las reformas institucionales de la posguerra. Desde entonces, el Pentágono centralizó bajo esa denominación las ramas de las Fuerzas Armadas y la conducción civil del aparato militar.
Aunque la orden ejecutiva puede instaurar el cambio de manera inmediata en la práctica, especialistas advierten que una modificación definitiva del nombre requeriría aprobación legislativa del Congreso, ya que la denominación actual está fijada por ley. Trump, sin embargo, aseguró que “no hará falta” y que, de ser necesario, los legisladores “acompañarán la decisión”.

Una redefinición en clave estratégica
El retorno al término “guerra” no es solo un gesto simbólico. Analistas interpretan que refleja la voluntad de la administración Trump de proyectar un perfil más confrontativo en la política de defensa, en un momento en el que Washington enfrenta simultáneamente los desafíos de la guerra en Ucrania, la escalada en Medio Oriente y el pulso estratégico con China en el Indo-Pacífico.
El Pentágono, bajo esta nueva identidad, buscaría reforzar el relato de un país dispuesto a actuar con firmeza ante cualquier adversario. No obstante, el cambio podría generar controversia en el plano internacional, donde la elección de palabras tiene un peso significativo en la diplomacia de defensa y seguridad.
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