Un nuevo informe del Center for Strategic and International Studies (CSIS) reveló la existencia de una base secreta de misiles en Corea del Norte, ubicada a solo 27 kilómetros de la frontera con China, que podría representar una amenaza nuclear tanto para gran parte de Asia Oriental como para EE.UU. El sitio, conocido como Sinpung-dong, albergaría hasta nueve misiles balísticos intercontinentales con capacidad nuclear y sus lanzadores móviles, consolidando la estrategia de Pyongyang de fortalecer su poderío militar y ampliar su disuasión estratégica.
La base Sinpung-dong y su capacidad nuclear
La base Sinpung-dong, según el informe de CSIS, se ubica en un valle montañoso estratégico y se extiende por 22 kilómetros cuadrados, superando en tamaño al aeropuerto JFK de Nueva York. Se cree que almacena misiles balísticos intercontinentales Hwasong-15 o Hwasong-18, ambos con capacidad nuclear, aunque los analistas no descartan que pueda albergar modelos no revelados públicamente. La infraestructura incluye lanzadores móviles, depósitos de almacenamiento, edificios administrativos, puestos de control y zonas residenciales, muchas de ellas ocultas deliberadamente bajo vegetación para evitar ser detectadas por satélite.

El informe destaca que esta instalación forma parte del “cinturón de misiles” de Corea del Norte, un entramado de bases no declaradas que refuerzan la estrategia de disuasión nuclear de Pyongyang. Expertos advierten que la ubicación cercana a la frontera con China ofrece una ventaja táctica: un eventual ataque contra la base podría generar repercusiones políticas y ambientales con Pekín, aumentando la incertidumbre regional. Para EE.UU., la revelación confirma el creciente desafío estratégico que representa el arsenal norcoreano, que ya incluiría entre 40 y 50 ojivas nucleares con alcance potencial sobre territorio estadounidense.
El rol de Rusia en la modernización nuclear de Corea del Norte
Desde marzo de 2025, Kim Jong Un envió más de 11.000 soldados para apoyar la ofensiva rusa en Ucrania, lo que abrió la puerta a un intercambio de beneficios estratégicos. A cambio de armas, combustible y financiación, Moscú estaría proporcionando a Corea del Norte tecnología avanzada para el desarrollo de misiles balísticos intercontinentales (ICBM), submarinos de propulsión nuclear y ojivas nucleares de bajo rendimiento. Según expertos, esta cooperación tecnológica podría permitir a Pyongyang superar limitaciones clave en miniaturización de ojivas, precisión de misiles y de vehículos de reentrada.

La cooperación tecnológica descrita incrementa el riesgo de que Corea del Norte obtenga una capacidad de segundo ataque creíble, generando preocupación en las potencias occidentales. Esto representa un desafío estratégico significativo para EE.UU. especialmente, dado que un arsenal norcoreano más sofisticado podría disuadir respuestas militares y complicar la política de disuasión extendida hacia sus aliados, Japón y Corea del Sur. La convergencia de intereses entre Moscú y Pyongyang fortalece el cinturón de misiles norcoreano y eleva la amenaza nuclear en toda la región del Indo-Pacífico.
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