Un posible indicio de “deshielo” en las relaciones bilaterales entre China e India se avecina. Probablemente, el próximo 18 de agosto el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, viajará a Nueva Delhi para reunirse con el asesor de Seguridad Nacional de la India, Ajit Doval, y con el ministro de Asuntos Exteriores, Subrahmanyam Jaishankar.

El envío de un alto funcionario a Nueva Delhi muestra las intenciones de Pekín de intensificar sus esfuerzos para aliviar las tensiones de larga data con la India, en medio de un contexto internacional marcado por tensiones diplomáticas, militares y comerciales. Los vecinos asiáticos también están manteniendo conversaciones para reanudar el comercio fronterizo y los vuelos directos a partir del próximo mes, con la previsión de que el primer ministro indio, Narendra Modi, visite China en agosto, su primer viaje a este país en siete años.
Revivir el vínculo
A finales del año pasado, India y China empezaron a restablecer sus lazos. Ambas partes propusieron reanudar el comercio a través de los puntos designados en su frontera, que habían sido cerrados durante la pandemia de Covid-19. La situación coincidió con un brusco deterioro de las relaciones tras enfrentamientos fronterizos en zonas disputadas, donde murieron 20 soldados indios y al menos cuatro soldados chinos.

Por ello, otro de los puntos clave del posible encuentro será el debate sobre la forma de reducir el número de tropas en la disputada frontera del Himalaya. Alcanzar un acuerdo en este aspecto supondría un avance significativo hacia el restablecimiento de la confianza entre los dos países.
Pese a todo, China e India han comercializado productos locales durante más de tres décadas. Los más destacados han sido las especias, alfombras, muebles de madera, forraje para el ganado, cerámica, plantas medicinales, artículos eléctricos y lana. Si bien siempre hubo tres puntos designados a lo largo de los 3.488 kilómetros de frontera, el valor del comercio nunca fue relativamente grande, estimado en sólo 3.16 millones de dólares en 2017-18.
Los argumentos detrás de la iniciativa
Según los comentarios del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Pekín está dispuesto a trabajar con Nueva Delhi para “manejar adecuadamente las diferencias ante el panorama general”. Para ambas partes tiene sentido estrechar lazos, ya que son “grandes países en desarrollo e importantes miembros del Sur Global”.

A su vez, la cancillería china declaró que Pekín está “dispuesto a intensificar la comunicación y la coordinación con India” sobre este asunto. “El comercio fronterizo entre China e India ha desempeñado durante mucho tiempo un papel importante en la mejora de la vida de los residentes fronterizos de ambos países”, destacaron.
También se espera que Modi viaje a China a finales de este mes para asistir a la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai, en miras de reunirse con el Presidente Xi Jinping al margen del evento. También se espera que el presidente ruso, Vladimir Putin, asista a la reunión multilateral.
El protagonismo de Estados Unidos
El objetivo de reanudar las relaciones se produce en un momento en que los lazos de Nueva Delhi con el Estados Unidos de Trump se están desarmando. Washington ha impuesto un arancel del 50% a las exportaciones indias, significativamente más alto que los aranceles de sus pares regionales.
Pero Trump también está frustrado por las continuas importaciones indias de petróleo ruso a precios reducidos, que, según él, contribuyen a financiar la guerra contra Ucrania. Modi no ha mostrado intenciones de dar marcha atrás, y su gobierno firmó este mes acuerdos con Moscú para profundizar en la cooperación económica, argumentando que sus compras de petróleo ruso han contribuido a estabilizar los mercados mundiales y a evitar una crisis de suministro.
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