El gobierno de Estados Unidos elevó el jueves a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a la detención del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusado por delitos de narcotráfico y narcoterrorismo. La medida, anunciada por el Departamento de Justicia y el Departamento de Estado, duplica la cifra previamente establecida en enero de este año, y es considerada una de las más altas en la historia de la diplomacia estadounidense.

“Es uno de los mayores narcotraficantes del mundo y una amenaza para nuestra seguridad nacional”, afirmó Pam Bondi, fiscal general adjunta y vocera del Departamento de Justicia, en un mensaje publicado en redes sociales. En su declaración, Bondi señaló que la Administración de Control de Drogas (DEA) incautó más de 30 toneladas de cocaína vinculadas a Maduro y sus socios, además de haber confiscado más de 700 millones de dólares en activos ligados al mandatario venezolano desde 2024.
En este sentido, el presidente de Venezuela está acusado de liderar el denominado “Cártel de los Soles”, una organización criminal integrada por altos mandos militares y funcionarios del gobierno chavista, que habría traficado cocaína hacia Estados Unidos en colaboración con grupos como las FARC de Colombia, el Tren de Aragua de Venezuela y el Cártel de Sinaloa de México.
Las autoridades estadounidenses alegan que Maduro utilizó el narcotráfico como “arma estratégica” para “inundar de drogas a Estados Unidos y socavar su seguridad interna”. En caso de ser juzgado y hallado culpable, Maduro podría enfrentar cadena perpetua en una prisión federal estadounidense.
Nuevos testimonios e implicaciones
En junio pasado, el ex jefe de inteligencia militar venezolano, Hugo “El Pollo” Carvajal, se declaró culpable en una corte estadounidense por cargos de narcotráfico y ofreció documentos y testimonios que implican directamente a Nicolás Maduro. Según reportó el Miami Herald, esta cooperación habría reforzado las evidencias presentadas por fiscales federales, motivando el aumento de la recompensa.
Reacción de Venezuela
Pero desde Caracas, la respuesta no tardó en llegar. El canciller venezolano, Yvan Gil, calificó la medida como una “cortina de humo” y una operación de propaganda política. “La dignidad de nuestra patria no está en venta”, escribió en su cuenta oficial de Telegram. “Rechazamos esta burda operación imperialista. Es la cortina de humo más ridícula que hayamos visto jamás”.

Por su parte, el ministro del Interior, Diosdado Cabello, denunció la supuesta implicación de Estados Unidos en un reciente intento de atentado frustrado en Caracas, acusando a “agentes internos” y a la oposición venezolana de estar detrás de los hechos.
Crecen las tensiones entre ambos países
Lo cierto es que las tensiones entre Washington y Caracas se fueron intensificando progresivamente desde 2018, cuando EE.UU. decidió no reconocer los resultados de las elecciones presidenciales en las que Maduro se declaró vencedor, calificándolas como “profundamente defectuosas”. Esta postura se reiteró tras los comicios de julio de 2024, en los que Maduro volvió a proclamarse presidente en medio de acusaciones de fraude.
Desde entonces, Estados Unidos impuso múltiples sanciones económicas contra el gobierno venezolano, suspendido relaciones diplomáticas formales y apoyado a sectores opositores. La inclusión de Maduro en la lista de los más buscados del Departamento de Justicia acentúa un escenario regional ya polarizado.
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