China desplegó simultáneamente sus dos portaaviones operativos, el Liaoning y el Shandong, más allá de la Primera Cadena de Islas, una línea geoestratégica crítica que Estados Unidos considera clave para contener la expansión marítima del gigante asiático. Según el Estado Mayor Conjunto de Japón, ambos buques navegaron en el Pacífico occidental entre el 7 y el 10 de junio, en un ejercicio que incluyó más de 800 operaciones aéreas y una interceptación directa de aviones extranjeros por parte de cazas chinos J-15 armados con misiles reales.

Este inusual despliegue fue interpretado como una demostración coordinada de fuerza que refuerza la capacidad del Ejército Popular de Liberación (EPL) de operar más allá de sus aguas costeras. “Se trata de un hito simbólico y operativo”, afirmó Bryce Barros, investigador del Proyecto de Seguridad Nacional Truman, en declaraciones a Newsweek. “Indica una creciente confianza de Pekín en su habilidad para proyectar poder en la Segunda Cadena de Islas, una zona tradicionalmente bajo la influencia de Estados Unidos”.
El Liaoning transitó el estrecho de Miyako, ingresando brevemente al Mar de China Oriental tras operar cerca de la Segunda Cadena. Por su parte, el Shandong atravesó el estratégico estrecho de Luzón, entre Taiwán y Filipinas, rumbo a su base en la isla de Hainan. Durante estas maniobras, los portaaviones realizaron múltiples despegues y aterrizajes de aeronaves J-15, y uno de los episodios más tensos ocurrió cuando interceptaron cuatro cazas extranjeros que se acercaban a la formación naval china, en lo que fue interpretado como un posible “simulacro de ataque”.

Este despliegue chino se produjo mientras el portaaviones estadounidense USS Nimitz abandonaba el Mar de China Meridional para dirigirse a Oriente Medio, en respuesta a la escalada entre Israel e Irán. En contraste, el portaaviones británico HMS Prince of Wales arribó a Singapur el 10 de junio para iniciar un despliegue de ocho meses en el Indo-Pacífico, lo que evidencia la creciente competencia naval en la región. Sin embargo, buques clave de EE.UU., como el USS George Washington, el USS America y el USS Tripoli, permanecen operativos en el área.
A pesar del despliegue, los objetivos estratégicos de Pekín con este ejercicio naval doble aún no fueron confirmados. La maniobra podría ser una respuesta simbólica al vacío momentáneo dejado por Washington en la región, o parte de una estrategia más amplia para consolidar su presencia en aguas profundas. La incógnita ahora gira en torno a cómo reaccionarán las fuerzas de EE.UU. y sus aliados.
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