En medio de una peligrosa escalada bélica en Medio Oriente, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, analiza lanzar un ataque directo contra Irán tras una serie de advertencias apocalípticas emitidas por el líder supremo iraní, el ayatolá Ali Khamenei. Las tensiones se dispararon tras una nueva oleada de ataques cruzados entre Israel e Irán, y las deliberaciones en la Casa Blanca podrían marcar un punto de inflexión regional con impacto global.
Khamenei lanza amenazas inéditas y avisa de un “castigo inminente”
Desde Teherán, Khamenei instó a responder con fuerza contra el “régimen sionista” y publicó imágenes con fuego cayendo sobre ciudades antiguas, acompañadas del mensaje: “En el nombre del noble Haidar, comienza la batalla”. En una declaración en inglés, advirtió: “No mostraremos piedad a los sionistas”. A esto se sumó una siniestra advertencia por parte de la televisión estatal iraní: “Esta noche ocurrirá una gran sorpresa… que el mundo recordará por siglos”.

El líder iraní advirtió además que cualquier intervención militar estadounidense tendría “consecuencias irreparables”, acusando a Washington de haber roto indirectamente las conversaciones nucleares y de responder con fuerza desproporcionada frente a una supuesta política de contención por parte de Irán.
Trump evalúa una intervención militar directa
En respuesta, Trump convocó una reunión de emergencia en la Sala de Crisis de la Casa Blanca, donde recibió tres alternativas militares para asistir a Israel en su ofensiva contra el programa nuclear iraní, según reveló The New York Times.
- Apoyo logístico y de inteligencia: consiste en brindar datos de inteligencia y repostaje aéreo para los aviones israelíes en misión de bombardeo.
- Ataques conjuntos Estados Unidos–Israel: incluiría acciones militares coordinadas contra objetivos estratégicos iraníes.
- Campaña militar liderada por EE.UU.: contempla el uso de bombarderos B-1 y B-2 y despliegue de portaaviones, lo que marcaría una intervención directa a gran escala.
En paralelo, ya se han desplegado cuatro bombarderos B-52 en la base de Diego García, en el océano Índico, una señal inequívoca de preparación bélica. Además, más de 40 aeronaves estadounidenses —incluidos cazas furtivos y tanqueros— han sido trasladadas a Europa, mientras el USS Nimitz navega hacia el Medio Oriente.
Trump redobla su retórica y amenaza a Khamenei
Desde su red Truth Social, Trump acusó directamente a Khamenei, diciendo que EE.UU. “sabe exactamente dónde se esconde” el líder supremo, aunque aclaró que no lo eliminarán “al menos por ahora”. También reclamó el fin inmediato de los ataques contra civiles israelíes y soldados estadounidenses, subrayando que “la paciencia se está agotando”.

Pese a los intentos previos de evitar una escalada mayor —incluso instando a Netanyahu a agotar la vía diplomática— Trump reconoció ante sus asesores en Camp David: “Creo que vamos a tener que ayudarlo”.
Israel intensifica sus operaciones y afirma haber neutralizado 1.100 objetivos
Mientras Washington debate su rol, Israel continúa su ofensiva. En solo cinco días, las Fuerzas de Defensa Israelíes aseguran haber alcanzado 1.100 objetivos en territorio iraní, incluidos sitios de producción de armas y de enriquecimiento nuclear. Entre ellos se cuenta un ataque con impacto directo en la planta nuclear de Natanz, según confirmó la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Israel también anunció la eliminación del jefe del Estado Mayor iraní de tiempos de guerra, y fuentes de inteligencia señalaron que la Fuerza Aérea israelí está operando “libremente” en el espacio aéreo iraní, algo sin precedentes.
En respuesta, el comandante del ejército iraní, general Abdul Rahim Mousavi, reconoció que los ataques lanzados hasta el momento fueron “solo advertencias” y prometió que “la operación de castigo llegará pronto”.
El factor nuclear y el riesgo regional
Si bien Irán sostiene que su programa nuclear tiene fines pacíficos, informes del OIEA alertan que Teherán dispone de suficiente uranio enriquecido como para construir múltiples armas nucleares. En este contexto, Israel y Estados Unidos buscan impedir a toda costa que Irán cruce el umbral nuclear.
El ministro israelí de Asuntos Exteriores, Gideon Sa’ar, afirmó que el objetivo de Israel es dañar severamente el programa nuclear, el arsenal de misiles balísticos y los planes de Irán para “eliminar al Estado de Israel”.
Un conflicto con proyección global
Rusia, a través del presidente Vladimir Putin, expresó su preocupación por la escalada e incluso ofreció actuar como mediador. En la misma línea, el vicecanciller ruso Sergei Ryabkov advirtió que una intervención militar directa de EE.UU. “podría desestabilizar radicalmente” toda la región.
Desde Irak, analistas alertan sobre una posible reactivación de grupos aliados a Irán que podrían atacar activos estadounidenses. En tanto, Irán ha pedido a sus vecinos reforzar el control fronterizo para evitar infiltraciones israelíes como las que habrían ocurrido al inicio del conflicto.
Mientras tanto, líderes como el embajador israelí en EE.UU., Yechiel Leiter, describen este enfrentamiento como “la guerra que pondrá fin a todas las guerras”, y anticipan nuevos movimientos de alto impacto hacia el fin de semana.
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