En el marco de una estrategia para consolidar su presencia en Medio Oriente, Corea del Sur avanza en un posible acuerdo armamentístico con Irak, que contempla helicópteros, cazas ligeros y sistemas de defensa aérea, una iniciativa que se alinea con los objetivos de expansión internacional de su industria de defensa, promovida bajo la política estatal conocida como “K-Defensa”.
Las negociaciones se intensificaron durante la feria de defensa IQDEX 2025, celebrada en Bagdad, donde representantes de la Administración del Programa de Adquisiciones de Defensa de Corea del Sur (DAPA) mantuvieron reuniones con funcionarios del Ministerio de Defensa iraquí.

El jefe de la división de programas de helicópteros de la DAPA, Ko Hyung-seok, encabezó la delegación surcoreana con el objetivo de ampliar el acuerdo alcanzado en diciembre de 2024 por la compra de dos helicópteros KUH-1 Surion por 92,7 millones de dólares.
Irak busca diversificación de proveedores
El eventual acuerdo refleja un giro en la política de adquisiciones de Bagdad, que tradicionalmente ha dependido de Estados Unidos y Rusia como principales abastecedores militares.
En ese sentido, Seúl emerge como un proveedor competitivo, no solo por sus precios y eficiencia productiva, sino también por la confiabilidad tecnológica de sus plataformas, lo que ha facilitado su ingreso en mercados altamente exigentes de Asia, Europa y ahora Medio Oriente.

Medio Oriente representa hoy una región clave para esta estrategia, ya que, en enero de 2023, Corea del Sur y Emiratos Árabes Unidos firmaron un acuerdo para desarrollar y operar en conjunto el caza de generación 4.5 KF-21 Boramae, mientras que Arabia Saudita ya ha desplegado el sistema de lanzamiento múltiple de cohetes K239 Chunmoo en su frontera con Yemen, evidenciando una creciente confianza regional en las capacidades industriales de Seúl.
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