- En las Islas Malvinas, la Operación Southern Sovereignty integró apoyo aéreo de cazas Typhoon y un A400M con el componente naval-terrestre coordinado desde el HMS Forth.
- La base de Mount Pleasant (Monte Agradable) sostiene la presencia aérea con 4 Typhoon FGR4 (1435 Flight) y apoyo de Voyager (reabastecimiento en vuelo) y A400M Atlas (1312 Flight).
- El esquema apunta a sostener alerta de reacción rápida, enlace logístico y capacidad de despliegue en un teatro extendido que conecta Malvinas con otros puntos del Atlántico Sur como Georgias del Sur e Isla Ascensión.

En Islas Malvinas, las Fuerzas Armadas del Reino Unido presentaron la Operación Southern Sovereignty como una demostración de capacidad conjunta y de continuidad operativa en el Atlántico Sur. El despliegue fue comunicado a través de canales oficiales británicos vinculados a British Forces South Atlantic Islands (BFSAI) y colocó nuevamente a Mount Pleasant como el nodo desde el cual se articula el componente aéreo que respalda operaciones navales y terrestres en la zona.
Según el detalle difundido, el corazón de la operación fue el patrullero oceánico HMS Forth, empleado como buque insignia y plataforma desde la cual el comando británico coordinó actividades “en los dominios marítimo, terrestre y aéreo” de manera concurrente. A bordo se embarcó un destacamento del Royal Irish Regiment, correspondiente a la Roulement Infantry Company (RIC), una configuración que apunta a ensayar integración entre presencia naval, infantería de rotación y apoyo aéreo, con despliegues posibles en distintos puntos del área de operaciones.
Mount Pleasant como nodo: cazas, reabastecimiento y transporte
La relevancia de Mount Pleasant (Monte Agradable) en este esquema no se explica solo por su condición de base principal en las islas, sino por el “paquete” de capacidades que concentra y habilita. En la estructura actual, el componente de defensa aérea recae en la No. 1435 Flight, con cuatro Typhoon FGR4 basados permanentemente. En términos operativos, esto se traduce en una capacidad de alerta y respuesta ante eventos en el espacio aéreo del archipiélago y su entorno.

El soporte se complementa con la No. 1312 Flight, que opera un Voyager (típicamente asociado a misiones de reabastecimiento en vuelo y apoyo) y un Atlas C1 (A400M) para transporte. La combinación no es menor: el reabastecimiento permite extender el tiempo en estación y sostener patrullas, mientras que el A400M aporta puente logístico, rotaciones de personal, carga y flexibilidad para operar en un teatro remoto, con ventanas meteorológicas exigentes y una cadena de abastecimiento que depende de escalas y planificación fina.
En el plano técnico, este diseño convierte a Mount Pleasant en una plataforma de proyección: no se limita a alojar cazas, sino que integra medios que sostienen presencia aérea, enlazan el archipiélago con otras bases y habilitan el soporte a operaciones conjuntas en el Atlántico Sur.
Un componente aéreo al servicio de una operación conjunta
En el marco de Southern Sovereignty, el Reino Unido consignó que el apoyo aéreo estuvo dado por cazas Typhoon y un A400M operando desde Mount Pleasant, en coordinación con el HMS Forth. En términos prácticos, la presencia de un transporte estratégico-táctico durante un ejercicio de estas características suele cumplir funciones que van desde movimiento de personal y material hasta enlace logístico y apoyo a despliegues puntuales, además de contribuir a la “foto” de capacidades combinadas en un espacio donde las distancias condicionan el ritmo de cualquier operación.

Compañía aérea: Reino Unido – Real Fuerza Aérea Británica (RAF). Créditos: Manuel S./Jet Photos
En paralelo, el despliegue de un destacamento de la RIC hacia Isla Ascensión fue presentado como parte del mismo concepto: operar de forma distribuida dentro de un área conjunta, con unidades capaces de moverse entre nodos para sostener presencia y responder a escenarios cambiantes.
Georgias del Sur, logística y continuidad operativa
Otro aspecto remarcado por el Reino Unido fue el componente de apoyo a un “proyecto crítico” del gobierno de Georgias del Sur, incluyendo movimiento de materiales. Sin salir del marco informativo, este punto vuelve a mostrar un patrón recurrente en territorios remotos: el cruce entre tareas logísticas, apoyo a infraestructura y despliegues militares que, en conjunto, refuerzan la continuidad operativa en una región amplia y de acceso difícil.

En la comunicación oficial, el comandante británico en el área, el brigadier Charlie Harmer, presentó la operación como una instancia para “probar” la capacidad de proyectar poder de manera simultánea en varios dominios y sostener una postura de disuasión. En la práctica, ese tipo de ejercicios permite entrenar procedimientos de coordinación y comando en un teatro donde la logística, el clima y la distancia son variables centrales.
La Operación Southern Sovereignty se suma a una secuencia de actividades y despliegues británicos que durante 2025 mantuvieron a Malvinas como un enclave relevante dentro del Atlántico Sur. En un territorio cuya soberanía es reclamada por la Argentina, Londres insiste en su propio encuadre de “protección” y “salvaguarda” del área bajo su administración, mientras que desde Buenos Aires suele seguirse con atención la dimensión operativa que se articula alrededor de Mount Pleasant y el componente aéreo asociado.













