El Parlamento Europeo aprobó una serie de medidas proteccionistas para mitigar el efecto de un eventual acuerdo con el Mercosur en sus productores agrícolas. Sin embargo, la sanción de estas políticas no garantiza el acompañamiento de los legisladores al acuerdo bicontinental, que en caso de ser acompañado por el órgano legislativo de la Unión Europea podría firmarse esta semana en la cumbre regional sudamericana a realizarse en Foz do Iguaçu, Brasil.

La ratificación del acuerdo comercial alcanzado a fines de 2024 -cuya posible existencia comenzó a explorarse al principio del siglo- necesita aprobación parlamentaria y es uno de los temas cruciales que se definirán este jueves 18 de diciembre en Bruselas, Bélgica, donde se producirá la cumbre de líderes de las 27 naciones integrantes de la UE.
El resultado de la votación es incierto, sobre todo mientras pesa el pedido de Emmanuel Macron de posponer las negociaciones, motivado por la presión de los agricultores europeos, grupo que ha demostrado la oposición más monolítica a la reducción de aranceles entre los dos bloques trasnacionales.
En la lista de países que marcan reservas ante la posibilidad de que ingresen productos agrícolas latinoamericanos a Europa están también Hungría, Polonia y Austria, un grupo considerable que pone al límite la capacidad de los estados proclives al acuerdo para avanzar con la propuesta. Para ser aprobado, el plan necesita el apoyo de una mayoría calificada, que consiste en 15 países que representen al menos el 65% de la población total.

En la cabeza de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, y el jefe del Consejo Europeo, António Costa, está el 20 de diciembre, fecha en que ambos viajarán a Brasil, a Foz do Iguaçu como se mencionó previamente, para participar de la cumbre del Mercosur, una ocasión inmejorable para concretar la firma del ansiado acuerdo, que abriría al comercio un mercado común de 700 millones de personas.
El Parlamento Europeo vota medidas proteccionistas anticipándose al acuerdo Unión Europea Mercosur
Pero incluso en caso de validarse el acuerdo y avanzar en la reducción de aranceles, su extensión será mitigada por una serie de medidas impulsadas por los sectores agrícolas europeos destinadas a proteger sus industrias de la entrada de bienes a menor precio provenientes de importaciones de los países latinoamericanos.

La legislación aprobada incluye una “cláusula de reciprocidad” que permite retirar temporalmente los beneficios arancelarios concedidas a los productos procedentes de los países del Mercosur en caso de que no se cumplan una serie de estándares. Dicha salvaguarda incluye también “la introducción de una obligación de reciprocidad en relación con los productos y las normas de producción”, lo que significa que los agricultores sudamericanos que exporten a la UE tendrían que respetar las mismas obligaciones que los europeos.
“Respetar la reciprocidad ayuda a garantizar que nuestros agricultores no sufran dumping medioambiental, sanitario o de bienestar animal. Cada vez que un producto no cumpla nuestras normas, deberíamos activar una cláusula de salvaguardia del mercado”, declaró a Euronews el eurodiputado belga Benoit Cassart, uno de los defensores de la cláusula.
Aunque la aprobación de estas medidas tiene como foco a los agricultores europeos, se espera una protesta del sector durante la cumbre de la UE en Estrasburgo, argumentando que incluso estas protecciones no son suficientes y que se debe frenar la consumación del acuerdo.
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