China elevó el tono contra Japón y le exigió que “cese de inmediato sus actos de difamación y calumnias” en torno al entrenamiento reciente del portaaviones Liaoning en aguas al este del estrecho de Miyako. Según la agencia estatal Xinhua, la Armada del Ejército Popular de Liberación (EPL) llevó a cabo vuelos de adiestramiento de cazas embarcados en una zona marítima previamente anunciada, mientras aeronaves de las Fuerzas de Autodefensa japonesas se habrían acercado de forma repetida al área, “hostigando” a la formación china y “poniendo en grave peligro la seguridad de vuelo”.

La protesta china llega apenas un día después de que Tokio acusara a aviones de combate chinos de iluminar con radar de tiro a cazas japoneses cerca de Okinawa, un gesto que Japón calificó de “peligroso” y “extremadamente lamentable”. En su comunicado, la portavoz de la Armada del EPL, Wang Xuemeng, afirmó que el relato japonés “no se corresponde en absoluto con los hechos”, subrayando que las zonas de entrenamiento marítimo y aéreo habían sido notificadas por China con antelación.
Durante el periodo de maniobras, sostuvo, aeronaves japonesas se aproximaron reiteradamente a los espacios de entrenamiento, “perturbando seriamente” las actividades y generando riesgos para la seguridad de las operaciones chinas. Pero la lectura japonesa es diametralmente opuesta, ya que, según el Ministerio de Defensa en Tokio, dos incidentes separados tuvieron lugar cerca de Okinawa cuando cazas J-15 basados en el Liaoning habrían empleado su radar de control de tiro contra aviones F-15 de las Fuerzas de Autodefensa Aérea, mientras la agrupación aeronaval china realizaba ejercicios en aguas internacionales.
Japón protestó formalmente, describiendo la acción como una conducta “peligrosa” que incrementa el riesgo de accidente o escalada involuntaria, y recibió el respaldo público de Australia, que instó a “mantener la calma” pero coincidió en señalar la necesidad de interacciones seguras entre fuerzas militares. Beijing, por su parte, rechazó las acusaciones y acusó a Japón de ser el verdadero provocador por acercarse demasiado a las zonas de maniobra del grupo de portaaviones.
La presencia del portaaviones Liaoning
El Liaoning, primer portaaviones operativo de China, utiliza desde hace años el estrecho de Miyako —un corredor clave entre Okinawa y la isla de Miyako, dentro de la primera cadena de islas— como ruta habitual de salida al Pacífico occidental para sus despliegues de “mar lejano”. Informes anteriores del Ministerio de Defensa japonés indican que el grupo aeronaval chino ha incrementado progresivamente la complejidad y el alcance de sus entrenamientos, incluyendo operaciones al este de Taiwán, cerca de Iwo Jima e incluso más allá de la segunda cadena de islas, con centenares de despegues y apontajes de J-15 en periodos de más de veinte días.

El choque retórico actual se produce en un escenario de máxima actividad naval china en toda la región. Japón y Taiwán expresaron “seria preocupación” por estos movimientos, que se extienden desde el mar Amarillo hasta las aguas en disputa alrededor de las islas Senkaku/Diaoyu y la fachada del Pacífico occidental, y los vinculan directamente con las tensiones por Taiwán y la nueva estrategia de seguridad nacional japonesa. Tokio, además, ha advertido que un eventual uso de la fuerza china contra Taiwán podría activar una respuesta militar japonesa, posición que Beijing considera una línea roja.
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