El expresidente de Brasil, Jair Messias Bolsonaro, y cinco de sus colaboradores más cercanos de gobierno agotaron sus recursos judiciales en la causa por el intento de golpe de estado del 8 de enero de 2023 y deberán empezar a cumplir sus sentencias, que en el caso del exmandatario es de 27 años y tres meses de prisión.

Bolsonaro ya estaba en prisión domiciliaria desde agosto y el beneficio le fue revocado el sábado, luego que la combinación de un reporte de daños infringidos a su tobillera electrónica y una vigilia frente a su domicilio en Brasília convocada por uno de sus hijos, el senador Flavio Bolsonaro, hiciera sospechar al Supremo Tribunal Federal que el detenido planeaba una fuga.
El expresidente dio tres versiones a lo largo del tiempo para explicar su ataque al dispositivo que rastreaba sus movimientos: primero sostuvo que se había caído por una escalera, luego que tuvo “curiosidad” de qué pasaba al atacar la tobillera electrónica con un soldador y, por último, ya ante las autoridades, que había sufrido una “alucinación” con derivaciones violentas por un cambio en la medicación psiquiátrica bajo cuyo tratamiento se encontraba.
Pero estos antecedentes determinaron que Bolsonaro, de 70 años, fuera trasladado en prisión preventiva al cuartel general de la Policía Federal, donde recibió la noticia del agotamiento de sus recursos judiciales y el cumplimiento efectivo de la pena de 27 años y 3 meses de prisión. La condena también incluye una inhabilitación para ejercer cargos públicos por ocho años, que se suma a la que tenía hasta 2030 sancionada por la justicia electoral en 2023, y extiende su desaparición de la oferta política al menos hasta 2033.

La pena le cabe por el rol de líder que la Procuraduría General de la Nación le encontró en las tentativas para mantener el poder a través de un golpe de estado luego de las elecciones presidenciales de 2022, que incluyeron la invasión de sus seguidores a los edificios gubernamentales en la Plaza de los Tres Poderes de Brasília el 8 de enero de 2023 y planes de asesinato sobre el candidato vencedor, el actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva, su vicepresidente Geraldo Alckmin y el juez del Supremo Tribunal Federal, Alexandre de Moraes.
Fue justamente de Moraes, en su rol como magistrado a cargo del seguimiento del caso, quien confirmó la condena, cuya sentencia le valió a Brasil un conflicto diplomático con Estados Unidos, donde Donald Trump buscó apoyar a su antiguo aliado imponiendo aranceles a productos brasileros -que luego fueron removidos en su mayoría después de su acercamiento con Lula– y sancionando a distintas figuras involucradas en su juicio como el mismo de Moraes.

Quiénes son los otros detenidos junto a Bolsonaro
La decisión del STF de hacer efectiva la sentencia contra Jair Bolsonaro también alcanzó a seis de sus colaboradores más cercanos, entre los que hay varios militares que desempeñaron roles políticos en su gabinete. Un séptimo, el antiguo diputado y cabeza de la Agencia Brasilera de Inteligencia (Abin), Alexandre Ramagem, fue condenado a 16 años de prisión y declarado oficialmente prófugo de la justicia, mientras se sospecha que está oculto en Estados Unidos.
Con esta salvedad, los condenados por la trama golpista en Brasil fueron:
- Walter Braga Netto: exministro de la Casa Civil y general de reserva, condenado a 26 años y seis meses de prisión. Actualmente está detenido en la Primera División del Ejército, en la Villa militar de Rio de Janeiro.
- Almir Garnier: ex-comandante de la Marina, condenado a 24 años de prisión, fue trasladado a la Estación de Radio de la Marina, en Brasília.
- Anderson Torres: exministro de Justicia en el gobierno de Bolsonaro, fue condenado a 24 años de prisión. Es el único detenido en el Complejo Penitenciario de Papuda, en el distrito federal.
- Augusto Heleno: general de la reserva y exministro Jefe del Gabinete de Seguridad Institucional de la Presidencia de Brasil, fue condenado a 21 años de prisión. Se halla detenido en el Comando Militar del Planalto.
- Paulo Sérgio Nogueira: exministro de Defensa. Condenado a 19 años de prisión. También detenido en el Comando Militar del Planalto.
- Mauro Cid: teniente coronel de la reserva y ex ayudante de la Presidencia, fue el arrepentido que ayudó al tribunal a establecer los roles de los involucrados en la trama. Por eso, cumple su pena en un régimen abierto y tuvo una condena de 2 años, la más baja de todos.
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