El Reino Unido volvió a intensificar su presencia militar en el Atlántico Sur con un nuevo ciclo de ejercicios en las Islas Malvinas, en el marco de una estrategia de militarización sostenida que se mantiene desde 1982. Las maniobras, desarrolladas entre el 6 y el 14 de octubre de 2025, estuvieron a cargo de la Compañía I del 2.º Batallón del Regimiento de Infantería (2 RIFLES), actual Compañía de Infantería de Relevo (RIC) de las Fuerzas Británicas en las Islas del Atlántico Sur (BFSAI).
El entrenamiento incluyó operaciones anfibias, fuego real, detonaciones simuladas y lanzamientos de paracaidistas, con actividades tanto diurnas como nocturnas en las inmediaciones de Puerto Argentino y Wireless Ridge. Según la base británica de Monte Agradable, las prácticas tuvieron como objetivo “mantener la preparación y la interoperabilidad” entre las distintas ramas de las Fuerzas Armadas del Reino Unido desplegadas en el archipiélago.

Durante la fase final, tropas del 2 RIFLES realizaron inserciones por mar con apoyo del HMS Forth de la Real Armada Británica, patrullajes terrestres en terreno urbano y coordinación aérea con cazas Eurofighter Typhoon de la Real Fuerza Aérea Británica, que brindaron apoyo simulado de ataque cercano.
Relevo militar y presencia permanente
El arribo del 2 RIFLES se produjo en agosto de 2025 como parte del esquema de rotación militar vigente desde el final del conflicto de 1982. La unidad reemplazó al 3.º Batallón del Regimiento de Paracaidistas (3 PARA), que había completado un ciclo operativo con entrenamientos de combate urbano en Puerto Argentino, ejercicios anfibios en Bahía San Carlos y despliegues combinados con aeronaves A400M Atlas.
Con la nueva rotación, Londres busca sostener un alto nivel de alistamiento y proyección militar en el Atlántico Sur, manteniendo operativa una estructura de disuasión en territorio. Según el propio comunicado del BFSAI, los efectivos del 2 RIFLES “demostraron profesionalismo y resiliencia desde el primer día”, representando al Ejército Británico “al más alto nivel”.
Modernización y doctrina de disuasión
La presencia del 2 RIFLES se enmarca en la Revisión Estratégica de Defensa 2025 del Reino Unido, que ratificó la importancia geoestratégica del Atlántico Sur y estableció un plan de modernización integral de la base de Monte Agradable.
Actualmente, la base alberga alrededor de 1000 efectivos, junto a un destacamento aéreo con cuatro cazas Typhoon, aeronaves A400M Atlas, helicópteros Chinook y unidades de defensa aérea terrestre. A ello se suma la presencia permanente del patrullero oceánico HMS Forth, encargado de la vigilancia marítima y del control de las rutas de acceso hacia la Antártida y el Atlántico Sur.

Estas acciones se inscriben en la doctrina británica de “Global Britain”, que apunta a proyectar el poder militar y diplomático más allá de Europa. El documento “Seguridad en un mundo peligroso”, publicado en junio, incluye a las Islas Malvinas, Gibraltar y las bases del Caribe entre los territorios considerados prioritarios para la defensa británica en el siglo XXI.
Silencio argentino y cambio de lógica diplomática
A diferencia de lo que ocurría bajo administraciones anteriores, cuando la Cancillería argentina o la Presidencia emitían comunicados de repudio y denuncia ante cada ejercicio militar británico en las Islas Malvinas, el Gobierno actual optó por el silencio institucional. Desde que Javier Milei asumió la Presidencia, no se han registrado pronunciamientos oficiales sobre las maniobras realizadas por las Fuerzas Armadas del Reino Unido en el archipiélago.
En su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre de 2025, el mandatario argentino mantuvo el reclamo de soberanía, aunque matizado con declaraciones en favor del “derecho a la autodeterminación” de los habitantes de las islas, lo que fue interpretado como una ruptura discursiva respecto de la posición histórica de la Argentina. Esta nueva línea se enmarca en una diplomacia de bajo perfil frente al Reino Unido, coherente con la estrategia del Ejecutivo de priorizar el alineamiento con Washington y evitar tensiones bilaterales con Londres.

La militarización del Atlántico Sur
Los antecedentes recientes muestran una intensificación del esquema de disuasión británico en el Atlántico Sur. Londres ha incrementado la rotación de tropas, modernizado infraestructura dual (civil y militar) y fortalecido su coordinación con aliados de la OTAN. Informes de UK Forces Tracker ubican a la Argentina como “actor de interés estratégico”, al mismo nivel que Rusia, China o Irán, lo que evidencia el valor geopolítico que el Reino Unido asigna al control del Atlántico Sur.
El exoficial del Ejército Británico Stuart Crawford, en diálogo con un medio especializado, sostuvo que la actual presencia militar en las islas, cuatro cazas Typhoon, un patrullero oceánico y un contingente rotativo de unos 200 efectivos “constituye una capacidad de disuasión suficiente frente a las Fuerzas Armadas argentinas, degradadas respecto de su nivel en 1982”.

Escenario estratégico y proyección futura
La continuidad de las maniobras, el refuerzo logístico en Monte Agradable y la constante rotación de tropas confirman que el Reino Unido no solo mantiene su ocupación militar en las Islas Malvinas, sino que la consolida activamente. Este esquema le garantiza a Londres control sobre recursos pesqueros e hidrocarburíferos, dominio de rutas marítimas hacia la Antártida y capacidad de proyección en un entorno donde convergen intereses de potencias globales.
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