El gobierno ilegal de las Islas Malvinas anunció la firma de los contratos clave para iniciar la construcción del nuevo puerto de Stanley, una obra considerada crítica para el futuro económico del archipiélago. El proyecto, valorado en £109 millones, reemplazará la estructura flotante de FIPASS, instalada de forma temporal tras la guerra de 1982 y que se encuentra en el final de su vida útil, con vencimiento operativo en 2028.
Los acuerdos fueron firmados con Damen Civil and Modular Construction BV, que estará a cargo del diseño y construcción de cuatro nuevas barcazas, así como de la instalación de la infraestructura marítima y la retirada de FIPASS; y con RSK, que ejecutará la obra vial, el nuevo acceso y la infraestructura terrestre asociada.
Proyección británica
El puerto actual, concebido como una solución temporal, se convirtió durante cuatro décadas en el principal punto logístico del archipiélago. Sin embargo, estudios técnicos confirmaron que no podrá mantenerse más allá de 2028, lo que llevó al ilegítimo gobierno a priorizar una obra que asegure operaciones marítimas durante al menos 50 años.
El nuevo complejo incluirá cuatro barcazas de 90 metros, con un frente de atraque total de 400 metros, mayor capacidad de maniobra y un calado reducido para adaptarse al sitio. Según el comunicado oficial, la nueva infraestructura permitirá:
- Sostener la industria pesquera, que aporta más de £50 millones anuales en licencias e impuestos.
- Incrementar la capacidad de transbordo y verificación de capturas, clave para las exportaciones de calamar y merluza.
- Mejorar la logística turística, con espacio para cruceros y buques de expedición.
- Reforzar la seguridad energética y comercial, al ampliar la resiliencia del sistema de suministros e importaciones.

La estrategia oficial prevé una transferencia gradual de operaciones desde el FIPASS hacia el nuevo puerto para evitar interrupciones comerciales. El cronograma mantiene la fecha objetivo de finalización en 2028, año en que FIPASS será desmantelado o hundido controladamente, según las opciones técnicas aún en evaluación.
“Un nuevo puerto es un habilitador crítico para nuestro crecimiento económico”, destacó la jefa ejecutiva de la administración británica, Andrea Clausen. Desde la asociación de empresas pesqueras de Malvinas celebraron el avance afirmando que “el aumento de capacidad será fundamental para el desarrollo de la economía local”.
Londres y el Atlántico Sur
La renovación portuaria se inscribe en una estrategia más amplia del Reino Unido para consolidar su infraestructura logística y de defensa en el Atlántico Sur, con Montevideo como su principal centro de enlace continental, como revelamos recientemente desde Escenario Mundial.
Fuentes británicas han insistido en que el proyecto de Stanley “responde a necesidades puramente económicas”, aunque el refuerzo de capacidades marítimas en el archipiélago fortalece indirectamente la posición estratégica del Reino Unido en una región donde la Argentina mantiene su reclamo soberano histórico.
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