El gobierno de Nicolás Maduro afirmó este domingo haber capturado a un grupo de presuntos mercenarios “con vínculos directos con la Agencia Central de Inteligencia (CIA)” y acusó a Estados Unidos de preparar una “operación de bandera falsa” para justificar una escalada militar en el Caribe. La denuncia fue formulada por la vicepresidenta Delcy Rodríguez, en medio del mayor despliegue militar estadounidense en la región en décadas.
Según el comunicado oficial, el supuesto operativo habría sido planeado desde las aguas fronterizas con Trinidad y Tobago, con el objetivo de “generar una confrontación militar a gran escala” contra Venezuela. Caracas no presentó pruebas ni detalles sobre los detenidos, sus nacionalidades o el lugar exacto de su arresto, pero vinculó los hechos con los ejercicios militares conjuntos entre EE.UU. y Trinidad y Tobago, desarrollados bajo coordinación del Comando Sur estadounidense (USSOUTHCOM).

“Se trata de una provocación hostil y una grave amenaza para la paz del Caribe”, sostuvo Rodríguez, quien acusó a la primera ministra trinitense Kamla Persad-Bissessar de “renunciar a la soberanía” de su país para actuar como “colonia militar subordinada a los intereses hegemónicos de Washington”.
Escalada regional y presencia militar estadounidense
La denuncia se produce en un contexto de creciente tensión regional. Desde septiembre, el presidente Donald Trump ha autorizado al menos diez ataques letales contra embarcaciones que Washington calificó como “narcotraficantes vinculadas al Cartel de los Soles”, presuntamente liderado por altos mandos del chavismo.

De acuerdo con cifras oficiales, 43 personas habrían muerto en los bombardeos, lo que ha despertado críticas por su posible violación al derecho internacional.
El despliegue estadounidense en el Caribe incluye unos 10.000 efectivos, ocho buques de guerra, un submarino nuclear, aviones F-35 y, desde la semana pasada, el portaaviones USS Gerald R. Ford, el más grande del mundo. Además, Marines realizan maniobras conjuntas con la Fuerza de Defensa de Trinidad y Tobago, en ejercicios que se extenderán hasta el jueves.
Un “pretexto para la guerra”, según Caracas
El régimen de Maduro comparó el supuesto complot con incidentes históricos utilizados como justificación de intervenciones militares estadounidenses, como la explosión del USS Maine en 1898 o el Golfo de Tonkín en 1964. Según el comunicado, Washington busca “un pretexto para la guerra en el Caribe” mediante la manipulación de un incidente fabricado.

En su mensaje, Maduro advirtió que las Fuerzas Armadas venezolanas se mantendrán en “alerta y movilización permanente”, y aseguró que “la República defenderá su soberanía y su derecho a vivir en paz frente a los enemigos extranjeros y sus vasallos”.
Reacciones internacionales y contexto político
Fuentes diplomáticas de la ONU y analistas regionales han expresado preocupación por el riesgo de una escalada involuntaria en la región, donde la línea entre operaciones antinarcóticos y acciones militares directas se ha vuelto difusa.
El propio Trump reconoció este mes haber autorizado operaciones encubiertas de la CIA en territorio venezolano, en lo que describió como parte de su “guerra contra los carteles”.
En Washington, voces republicanas respaldan la estrategia. El senador Lindsey Graham declaró que “el juego está cambiando; utilizaremos la fuerza militar como en el pasado para proteger nuestro país”. En contraste, Rick Scott, senador por Florida, advirtió que “si fuera Maduro, ya estaría rumbo a Rusia o China”.
A nivel regional, Caracas acusa a Washington de intentar convertir el Caribe en un nuevo frente militar, mientras refuerza su retórica antiimperialista y busca apoyo de sus aliados tradicionales —Rusia, Irán y China— para denunciar lo que considera una “provocación premeditada”.
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El que crea que se trata de contrabando de drogas, es porque no entiende la centralidad geoestratégica del petróleo