El canciller de Argentina, Gerardo Werthein, presentó su renuncia al presidente Javier Milei y a la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, en una reunión mantenida el viernes pasado en la Quinta de Olivos. Según confirmaron fuentes oficiales, el mandatario aceptó su dimisión, que se hará efectiva el próximo lunes, tras las elecciones nacionales.

En este sentido, durante el encuentro, Werthein habría argumentado diferencias internas con otros integrantes del gabinete y motivos personales para justificar su decisión. De acuerdo con su entorno, el funcionario no se alejará completamente del ámbito político, ya que planea mantener un rol activo en el área de Relaciones Internacionales, con un especial foco en Estados Unidos, donde buscará reforzar los vínculos diplomáticos y estratégicos con Estados Unidos.
La salida del canciller se produce en un momento de tensiones dentro del Palacio San Martín y de cuestionamientos a la política exterior del gobierno libertario. Durante su gestión, Cancillería enfrentó críticas por su alineamiento casi total con Estados Unidos e Israel, una postura que implicó el distanciamiento de la Argentina de foros regionales tradicionales. Además, la decisión de cerrar la entrada de nuevos aspirantes al Instituto del Servicio Exterior de la Nación (ISEN) para 2025, junto con denuncias por traslados irregulares en embajadas y una marcada concentración de decisiones en la figura del canciller, generaron fricciones internas y malestar en el cuerpo diplomático.
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