El portaaviones británico HMS Prince of Wales realizó su primer cruce por el mar de China Meridional, una de las rutas marítimas más disputadas y estratégicas del planeta, donde las pretensiones soberanas de Pekín chocan con las de otras naciones del Sudeste Asiático. La travesía se inscribe en la misión multinacional Operation Highmast, una campaña de ocho meses de duración que ha llevado a la Real Armada Británica ha desplegarse en puntos clave como el Mediterráneo, Medio Oriente, Australia, Japón y el propio Pacífico occidental.
Un paso estratégico en aguas tensas
La navegación por el mar de China Meridional se produjo pocos días después de que la fragata HMS Richmond atravesara el estrecho de Taiwán, paso marítimo que China reclama como propio y donde suele reaccionar con advertencias militares. En este caso, no hubo confirmación oficial de que buques o aeronaves chinas siguieran de cerca al Prince of Wales, aunque la presencia del portaaviones británico en la zona constituye un mensaje político-militar en línea con el principio de “libertad de navegación” defendido por Londres y sus aliados.

Desde el Ministerio de Defensa británico se subrayó que estas operaciones están amparadas por el derecho internacional y responden a la necesidad de garantizar la estabilidad regional ante el avance de la Armada china, que actualmente es la mayor del mundo en número de cascos.
Escala en Singapur y despliegues previos
Tras su paso por el mar de China Meridional, el grupo de combate liderado por el HMS Prince of Wales amarró en Singapur, en lo que constituye su segunda visita desde junio. Antes de este cruce, el portaaviones había operado en el mar del Japón —denominado mar del Este en Corea del Sur y Corea del Norte— y desplegado sus cazas furtivos F-35B en ejercicios trilaterales junto a fuerzas aéreas de Estados Unidos y Japón en el mar de Filipinas, cerca de Okinawa.
La misión comenzó en abril y ya incluyó escalas en Australia, operaciones navales cerca de la India y ejercicios combinados en distintas áreas del Indo-Pacífico. Según la Real Armada Británica, el portaaviones británico encabezará el regreso del Carrier Strike Group hacia el canal de Suez en la fase final de la misión.
China responde con su portaaviones Fujian
Mientras tanto, China mantiene en la región a su portaaviones más avanzado, el CNS Fujian, actualmente en fase de pruebas y entrenamiento en aguas cercanas a la isla de Hainan, tras haber cruzado recientemente el estrecho de Taiwán. Este despliegue reafirma el pulso estratégico en el Indo-Pacífico, donde Pekín busca consolidar su proyección marítima y contrarrestar la presencia de Estados Unidos y de socios europeos como el Reino Unido.

Reacciones diplomáticas y tensiones crecientes
En junio, el entonces canciller británico David Lammy había manifestado que Londres no retrocederá ante lo que describió como actividades “peligrosas y desestabilizadoras” de China en el mar de China Meridional. Pekín, por su parte, acusó a Estados Unidos y sus aliados de conformar “mini-grupos exclusivos” que obstaculizan las negociaciones multilaterales y ponen en riesgo la paz regional.
La proyección de poder naval en este espacio marítimo refleja una competencia estratégica que se intensifica año tras año. Resta por ver cuándo el Reino Unido u otros países europeos volverán a enviar portaaviones al Pacífico, mientras China acelera la expansión de sus capacidades militares.
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