Tokio, Japón. El portaaviones británico HMS Prince of Wales (R09), buque insignia de la Armada Real, arribó por primera vez a la capital japonesa en el marco de la Operación Highmast, el mayor despliegue naval del Reino Unido en 2025. La escala en Tokio, acompañada de ceremonias oficiales y actividades abiertas al público, fue presentada como un hito en la relación estratégica entre Londres y Tokio, en un contexto de creciente competencia geopolítica en el Indo-Pacífico.
Cooperación naval y diplomacia de defensa
Durante la bienvenida, autoridades japonesas y británicas destacaron la relevancia de la visita. El secretario de Estado de Defensa británico, John Healey, junto con el ministro de Defensa japonés, Gen Nakatani, subrayaron que la presencia del portaaviones refuerza la cooperación bilateral y la seguridad regional. El capitán Will Blackett, comandante del HMS Prince of Wales, remarcó que antes de llegar a Tokio la nave realizó ejercicios conjuntos con la Fuerza Marítima de Autodefensa de Japón, consolidando la interoperabilidad entre ambas armadas.

La visita incluye el Pacific Future Forum, encuentro internacional de defensa e innovación, y el Defence and Security Industry Day, dedicado a mostrar las capacidades tecnológicas británicas en materia de seguridad.
Ejercicios multinacionales en el mar de Filipinas
Previo a su arribo, el grupo de combate británico se integró en una serie de ejercicios con el portahelicópteros japonés JS Kaga en el mar de Filipinas. Nueve días de maniobras conjuntas reunieron a fuerzas de Japón, Reino Unido, Estados Unidos, Australia, España y Noruega.
Las operaciones incluyeron vuelos en formación, simulacros de combate aéreo, maniobras antisubmarinas y un hecho inédito: el primer aterrizaje de un caza furtivo F-35B británico en el JS Kaga, reflejando el nivel de coordinación alcanzado. Tal como informó Zona Militar, este ejercicio se enmarca en el objetivo de Tokio de incorporar 42 F-35B a la clase Izumo, con fechas de entrada en servicio previstas para 2027 y 2028 en los buques JS Izumo y JS Kaga respectivamente.
Reabastecimiento en alta mar y despliegue regional
El HMS Prince of Wales también protagonizó una operación logística compleja de reabastecimiento en alta mar (RAS), con participación del petrolero británico RFA Tidespring y el buque estadounidense USNS Wally Schirra. La maniobra simultánea de transferencia de combustible, municiones y repuestos fue la primera de este tipo para el portaaviones, mientras mantenía operaciones aéreas continuas con F-35B y helicópteros.

La Operación Highmast tiene una duración de nueve meses, con escalas en el Mediterráneo, Oriente Medio, Singapur, Australia y ahora Japón. Participan más de 4.500 efectivos británicos, incluyendo marinos, Royal Marines, personal de la RAF y unidades del Ejército.
Tras su estadía en Tokio, el portaaviones volverá a reunirse con sus escoltas, la fragata HMS Richmond y el RFA Tidespring, actualmente desplegados en Corea del Sur.
Una proyección estratégica hacia el Indo-Pacífico
La llegada del HMS Prince of Wales a Japón subraya la estrategia del Reino Unido de afianzar su papel en el Indo-Pacífico. Londres busca consolidarse como un actor con presencia militar en la región, reforzar sus alianzas y mostrar sus capacidades industriales y tecnológicas en defensa.
La visita también se inscribe en un contexto de cooperación creciente entre Reino Unido y Japón, que incluye el Global Combat Air Program (GCAP) junto con Italia, destinado a desarrollar un caza de sexta generación para 2035.
En palabras de la embajadora británica en Japón, Julia Longbottom, el despliegue “demuestra la determinación conjunta de salvaguardar la estabilidad regional y nuestra ambición compartida de construir un futuro innovador y próspero”.
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