En medio de las tensiones regionales, marcadas por una creciente retórica de conflicto entre las naciones y China, la Armada de Estados Unidos realizó ejercicios en el Pacífico muy específicos: realizó el tipo de recarga crítica de armas en el mar que necesitaría en un combate con misiles. Según fuentes oficiales informaron recientemente, el destructor estadounidense USS Higgins simuló rearmarse con un misil SM-2 en el mar, frente a las costas de Australia.

Para la fuerza estadounidense, este tipo de simulacros ponen de relieve las operaciones logísticas que son esenciales para una lucha en el Pacífico a medida que impulsa nuevas prácticas para rearmar sus buques de guerra en el mar. Se trata indudablemente de una habilidad logística crucial, que la Armada podría necesitar en una intensa lucha de misiles futura, la cual no ofrece inmediatamente un “respiro” para retirarse y recargar, como lo terrestre.
Prácticas necesarias
En los últimos años, este tipo de ejercicios ha cobrado mayor importancia. Por ejemplo, en las operaciones de la Armada en Medio Oriente durante los dos últimos años, se han gastado cientos de misiles para la defensa aérea contra las amenazas iraníes y las presentadas por los hutíes en Yemen, respaldados por Irán.

El mes pasado, frente a las costas de Australia, fue cuando la Armada estadounidense realizó este tipo de maniobras, donde la capacidad de recarga es “esencial” para operaciones de combate sostenidas en el Indo-Pacífico. Puntualmente por dos motivos: primero, porque durante este tipo de combates los buques de guerra estadounidenses han tenido que abandonar ocasionalmente la región para rearmarse; en segundo lugar, porque un conflicto contra China, que mantiene un profundo arsenal de misiles balísticos y de crucero capaces, en el Pacífico supondría una carga mucho mayor que la realizada hasta ahora en Medio Oriente.
La amenaza latente desde China
En específico, la amenaza de un posible conflicto entre Washington y Pekín hace que sea crucial para la Armada estadounidense la acción de poder recargar sobre la marcha en el mar. De lo contrario, este tipo de enfrentamientos obligaría a los buques de guerra a regresar a un puerto amigo con capacidad de rearme; esto lleva más tiempo y los mantiene fuera de combate.
Es por esto que el ejercicio del mes de julio cerca de Australia es el último de una serie de recargas de sistemas de lanzamiento vertical, centradas en el rearme de los tubos lanzamisiles. Pero los destructores estadounidenses también practicaron esta táctica en septiembre de 2023 y septiembre de 2024, por lo que podría afirmarse que se trata de maniobras necesarias que hace tiempo vienen gestándose.

En octubre de 2024, la Armada logró lo que denominó un “gran avance en la preparación para el combate” al demostrar por primera vez el Método Transferible de Recarga en el Mar (o TRAM, por sus siglas en inglés) en un buque de guerra en el océano. Este método consistía en trasladar un contenedor de misiles desde un buque de apoyo hasta un crucero mediante cables, inclinar el contenedor hasta una posición vertical y, a continuación, bajarlo hasta una de las numerosas celdas VLS del crucero.
Sobre las últimas hazañas, el suboficial Jefe 3 Kevin Kodrin, oficial de artillería del grupo operativo que dirigió el simulacro de julio, declaró: “Este exitoso rearme fue el resultado de un excepcional trabajo en equipo entre la tripulación del buque, los equipos de apoyo en tierra y los expertos técnicos. Ejercicios como éste son fundamentales para validar nuestra capacidad de recargar con seguridad y eficacia en el mar, garantizando que nuestros buques estén listos para el combate cuando y donde sea necesario”.
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