La reciente extradición de 26 narcos mexicanos a EE.UU. ha golpeado de lleno al Cártel de Sinaloa y Los Chapitos. Estos últimos se consideran los principales productores y contrabandistas de fentanilo hacia territorio estadounidense. Entre los extraditados figuran figuras clave del círculo cercano de Joaquín “El Chapo” Guzmán e incluso de su hijo Iván Archivaldo, así como operadores del CJNG y Los Zetas. La decisión, anunciada por el gobierno de Claudia Sheinbaum, refuerza la presión de Washington sobre el narcotráfico y pone a prueba la cooperación bilateral.
EE.UU. apunta al liderazgo de Sinaloa
La lista de extraditados revela la prioridad que EE.UU. ha puesto en desmantelar la estructura de Los Chapitos, una de las facciones más poderosas del Cártel de Sinaloa. Entre los nombres más destacados se encuentra Kevin Alonso Gil, “El 200”, líder de la guardia personal de Iván Archivaldo Guzmán. También figura Martín Zazueta Pérez, otro jefe de seguridad del clan, así como Mauro Alberto Núñez Ojeda, “Jando”, piloto de confianza de Iván Archivaldo.

Washington también recibió a Hernán Domingo Ojeda López, “El Mero Mero”, identificado como tío de Ovidio Guzmán, y a Juan Carlos Félix Gastélum, “El Chavo Félix”, yerno de Ismael “El Mayo” Zambada, implicado en la producción de metanfetaminas. La inclusión de estas figuras confirma que la extradición de narcos responde a una estrategia para golpear a la línea de sucesión del Cártel de Sinaloa. Al mismo tiempo, busca debilitar a los operadores más cercanos de los herederos de “El Chapo”. Además, la entrega de Jesús Guzmán Castro, alias “Chuy”, vinculado a la facción rival La Mayiza, refleja cómo la guerra interna en Sinaloa, desatada tras la entrega secreta de El Mayo a EE.UU., sigue marcando la agenda criminal.
La detención de los líderes redefine el futuro del cartel
La reciente captura en EE.UU. de “El Mayo” Zambada, histórico líder del Cártel de Sinaloa, junto a Joaquín Guzmán López, hijo del Chapo e integrante de Los Chapitos, marca un punto de quiebre en la historia del narcotráfico mexicano. Ambos fueron arrestados en un aeropuerto privado en Texas. Esto sucedió tras una operación encubierta del FBI y Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU., que engañó al Mayo con una falsa inspección de pistas clandestinas en México.
Considerado por décadas el capo más poderoso del continente, El Mayo había logrado evadir a las autoridades a lo largo de más de 40 años. Su caída no solo tiene un enorme peso simbólico, sino que también impacta directamente en las operaciones del cartel. El mencionado criminal era una pieza clave para mantener cohesionadas las distintas facciones. La detención de Guzmán López refuerza la presión sobre Los Chapitos. Dicha facción se consolidó como la principal exportadora de fentanilo hacia EE.UU. tras la extradición de Ovidio Guzmán en enero 2023.

A diferencia del liderazgo pragmático del Mayo, los hermanos Guzmán han sido descritos como más violentos y menos estratégicos. Estas características contribuyeron a fracturas internas dentro de la organización. Washington acusa a ambos de liderar las letales cadenas de producción y contrabando de opioides que alimentan la crisis de sobredosis en Norteamérica.
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