El pasado miércoles, las Armadas de EE.UU. y el Reino Unido confirmaron la interceptación de drones y misiles disparados por los hutíes, a medida que se intensifican los ataques del grupo rebelde en el sur del Mar Rojo. En las últimas siete semanas, hubo aproximadamente 26 asaltos de los hutíes a las rutas comerciales marítimas mundiales.

Acontecimientos recientes
Según el Comando Central de EE.UU., junto a las fuerzas del Reino Unido pudieron derribar 18 drones, dos misiles de crucero antibuque y un misil balístico antibuque disparado por el grupo rebelde. “Los hutíes respaldados por Irán lanzaron un ataque complejo de UAV de ataque unidireccional diseñados por Irán… misiles de crucero antibuque y un misil balístico antibuque desde zonas de Yemen controladas por los hutíes hacia el sur del Mar Rojo”, declaró el Comando.

Este último ataque se produjo frente a las ciudades portuarias yemeníes de Hodeida y Mokha, según la empresa privada de inteligencia Ambrey. Además, destacó que los buques se comunicaron por radio al presenciar misiles y aviones no tripulados, lo que llevó a las capacidades estadounidenses en las inmediaciones a aconsejar a los buques que procedieran a la máxima velocidad.
El Comando Central de EE.UU. declaró que “no se habían registrado heridos ni daños”. Por su parte, la United Kingdom Marine Trade Operations (UKTMO) del ejército británico confirmó el incidente frente a Hodeida y aconsejó a los buques “que transiten con precaución e informen de cualquier actividad sospechosa”.
Una ajetreada región y múltiples países involucrados
Los hechos recientes ocurren en un momento de creciente militarización del Mar Rojo, con la participación de actores globales y una pugna entre potencias por el control indirecto de las rutas marítimas más críticas del mundo. China, por su parte, mantiene una base naval en Yibuti y ha incrementado su presencia en las rutas comerciales del sur de Arabia.
Las iniciativas desde Occidente para disuadir las amenazas hutíes son múltiples. En el mes de junio, el portaaviones USS Harry S. Truman (CVN-75), perteneciente a la Armada de Estados Unidos, retornó a la Estación Naval de Norfolk el pasado fin de semana, culminando un despliegue de 251 días en Medio Oriente. En dicha región, las fuerzas estadounidenses lideraron una serie de operaciones militares contra los rebeldes hutíes.

El Truman participó en la Operación Rough Rider, iniciada el 15 de marzo por el Comando Central, con el objetivo de neutralizar las capacidades militares de los hutíes. El portaaviones realizó más de 11.000 salidas y descargó más de 1,1 millones de libras de munición.
Otra iniciativa similar es europea: la Operación Aspides. Con la Resolución 2722 del Consejo de Seguridad de la ONU de enero del 2024, se adoptó un mecanismo como resultado de un Concepto de Gestión de Crisis para una operación de seguridad marítima de la Unión Europea (UE). La idea se aprobó el siguiente 29 de enero, dando por establecida formalmente a la misión el 8 de febrero del mismo año. Así, la UE puso en marcha la EUNAVFOR ASPIDES, operación cuya finalización se prorrogó para el 28 de febrero de 2026, para “salvaguardar la libertad de navegación en relación con la crisis del Mar Rojo”.
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