El miembro del Parlamento británico, Luke Pollard, confirmó la adquisición del Reino Unido de un nuevo buque para el Ártico, que podría sumarse al HMS Protector que usualmente se despliega en el Atlántico Sur y la Península Antártica. Se espera que sus usos sean similares al ya existente rompehielos, que se dedica a realizar estudios hidrográficos, apoyar a las estaciones de investigación británicas y a colaborar en los estudios antárticos británicos.

¿Confirmaciones oficiales?
Según Pollard, la adquisición de otro de estos buques se enmarca en la Revisión Estratégica de la Defensa (SDR), en la cual el Reino Unido busca dirigir su atención al Alto Norte y al Ártico, espacios marcados por disputas y tensiones. Enfatizó también en el plan “Atlantic Bastion” de la Real Armada británica, que busca hacer frente a la amenaza submarina de Rusia, cada vez más presente en el continente blanco.

“Las futuras capacidades de rompehielos se están considerando para cumplir con la visión de la Revisión Estratégica de Defensa, con todos los requisitos de capacidad considerados como parte del Plan de Inversión de Defensa, que se completará en otoño de 2025”, destacó el parlamentario. Para la Real Armada, contar con un rompehielos podría proporcionar un papel de apoyo junto a las fragatas y los buques autónomos en este contexto.
El Ártico y el Atlantic Bastion
Tal y como describió el periódico británico The News, el Atlantic Bastion es un plan de la Real Armada Británica para “asegurar el Atlántico Norte para el Reino Unido y la OTAN contra la persistente y creciente amenaza submarina de una fuerza submarina rusa en proceso de modernización”. Y si bien para ello la capacidad rompehielos no forma parte, el Reino Unido reconoce la creciente importancia estratégica del Ártico y el Alto Norte.

A grandes rasgos, este plan busca aportar nueva tecnología para contentar a los submarinos rusos en el Ártico y el Alto Norte. Por ejemplo, se destacan las nuevas fragatas de guerra antisubmarina Tipo 26, que posiblemente sean la “espina dorsal” de este plan y de sus objetivos, con un total de ocho buques clase City a construirse.
A estas capacidades se le suman los buques autónomos de superficie y submarinos, utilizados para detectar y disuadir a los submarinos, junto a drones aéreos, aviones de reconocimiento y submarinos de ataque. Si bien el buque rompehielos recientemente anunciado por Pollard tampoco figura en la SDR, su uso es crucial para despejar el camino a otros buques en ambientes adversos como los polares.
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