El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Oleksandr Syrskyi, advirtió el sábado que Rusia podría lanzar una nueva ofensiva militar en la región de Járkov, al noreste del país. Tras pasar dos días trabajando con unidades en Járkov, Oleksandr Syrskyi destacó que Moscú “quiere presionar con números”, enviando oleadas continuas de infantería. No obstante, afirmó que las tropas ucranianas están implementando “soluciones tácticas y tecnológicas adecuadas para no permitir que avancen”.

El avance ruso no se limita a Járkov, ya que en los últimos meses, las tropas de Moscú también lograron asentarse en Sumy, apenas al norte del país, creando un frente adicional y desplegando hasta 67.000 efectivos en la frontera, según estimaciones ucranianas citadas por Reuters.
Esta ofensiva se enmarca en una estrategia militar más amplia de Rusia que busca desgastar al ejército ucraniano y forzar el repliegue de reservas desde el Donbás y otras áreas clave antes del otoño. Además, el caso de Kupiansk y la penetración en la ribera del río Oskil demuestran el patrón de crear puntos de apoyo para un posible cerco.

El contexto operativo refuerza la gravedad de la advertencia. Desde abril, las ofensivas rusas en Kharkiv, Sumy, Donetsk y Zaporizhzhia mantienen una intensa presión sobre las defensas ucranianas, con un aumento aproximado del 30 % en los combates diarios tras marzo, según informes militares ucranianos.
En respuesta, Ucrania intenta contener los avances mediante contragolpes locales, retenciones puntuales de terreno y apoyo exterior. El presidente Zelenski atribuye al rearme occidental—incluidos sistemas Patriot—un refuerzo clave para resistir a la ofensiva rusa.
Te puede interesar: Ucrania alerta sobre uso de menores como espías y terroristas por parte de Rusia










