En represalia por el ataque a sus instalaciones nucleares el pasado fin de semana, Irán atacó la base militar “Al Udeid” de Estados Unidos en Qatar. Si bien el Pentágono informó que ningún miembro del personal estadounidense resultó herido, el gobierno de Qatar condenó las acciones de Teherán como una violación de su soberanía y declaró que se reserva el derecho a responder proporcionalmente.

No obstante, diversas fuentes de la administración estadounidense confirmaron que Washington tuvo una “advertencia previa” del ataque iraní. Según el comunicado del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, el número de misiles disparados contra Qatar era “igual al número de bombas que Estados Unidos utilizó en su ataque del sábado”, mostrando cierto “deseo” de desescalar el conflicto.
El detalle: Misiles balísticos de corto y medio alcance
Al momento de los impactos, el presidente estadounidense, Donald Trump, se encontraba reunido en la Casa Blanca con su equipo de seguridad nacional, entre ellos el secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el presidente del Estado Mayor Conjunto, general Dan Caine. Desde Estados Unidos confirmaron que Irán utilizó misiles balísticos de corto y medio alcance contra su base aérea de Qatar.

El ataque en sí mismo no dejó heridos ni fallecidos, principalmente porque la base fue evacuada con anterioridad. Sin embargo, será la magnitud que Estados Unidos le atribuya a la acción iraní lo que determinará la respuesta de Trump. Por lo pronto, el líder de la Casa Blanca había advertido que cualquier represalia “será respondida con una fuerza muy superior a la que se vio” el fin de semana.
La postura iraní
El Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) de Irán había emitido antes un comunicado en el que afirmaba haber lanzado un “devastador y potente ataque con misiles” contra Al Udeid. El comunicado afirmaba que la base es “el cuartel general de la Fuerza Aérea y el mayor activo estratégico del ejército terrorista estadounidense en la región de Asia Occidental”, subrayando que Teherán no dejaría “sin respuesta ningún ataque contra su integridad territorial, soberanía y seguridad nacional bajo ninguna circunstancia”.

“La base que fue blanco del ataque de las poderosas fuerzas iraníes estaba lejos de instalaciones urbanas y zonas residenciales de Qatar”, señala el comunicado. No obstante, Teherán dejó en claro que no estaba dirigido hacia Qatar ni a “su noble pueblo”, ya que la acción “no supuso ninguna amenaza para el país amigo y hermano”.
La respuesta desde Qatar
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Qatar emitió un comunicado en el que afirmaba que las defensas aéreas qataríes “frustraron el ataque e interceptaron con éxito los misiles iraníes”. El gobierno condenó enérgicamente el ataque iraní y pidió que se volviera a la mesa de negociaciones.
“Hacemos hincapié en que la continuación de tales acciones militares de escalada socavará la seguridad y la estabilidad en la región, arrastrándola a situaciones que podrían tener consecuencias catastróficas para la paz y la seguridad internacionales. Pedimos el cese inmediato de todas las acciones militares y una vuelta seria a la mesa de negociaciones y al diálogo”, declaró el Portavoz Oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores, Dr. Majid bin Mohammed Al-Ansari.

Cabe destacar que Qatar había anunciado a primera hora del día el cierre temporal de su espacio aéreo debido al aumento de las tensiones regionales, de la misma manera que Bahréin y Emiratos Árabes Unidos. Además, confirmaron desde el gobierno qatarí que la base había sido evacuada con anterioridad “siguiendo las medidas de seguridad y precaución establecidas dadas las tensiones existentes en la región”.
La base aérea qatarí de Al-Udeid se destaca como la mayor instalación militar estadounidense de la región. En las últimas semanas hubo múltiples movimientos, tanto de soldados como de capacidades, debido a las posibilidades de un ataque en represalia.
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