En un contexto de creciente escalada bélica entre Irán e Israel, el líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, advirtió públicamente que cualquier intervención militar directa de Estados Unidos en el conflicto traerá “daños irreparables” para la región y para los intereses de Washington. El mensaje fue transmitido en una alocución televisiva a la nación, en medio del sexto día consecutivo de ataques cruzados entre ambos países.
Jamenei elogió la respuesta iraní a lo que describió como una “agresión maliciosa y temeraria del enemigo sionista”. El líder espiritual y político del régimen sostuvo que la actitud del pueblo iraní ha sido “valiente, firme y oportuna”, reflejando —según sus palabras— un signo de madurez nacional, racionalidad y espiritualidad colectiva.

“La nación iraní no se rendirá ni ante la guerra impuesta ni ante una paz impuesta. Quienes entienden a este pueblo y su historia no lo amenazan. Si Estados Unidos decide intervenir militarmente, enfrentará consecuencias que no podrá revertir”, sentenció el ayatolá, endureciendo el tono de la retórica oficial.
Escalada militar en el corazón de Medio Oriente
La advertencia de Jamenei se produce en un momento de máxima tensión. Desde el 12 de junio, Israel ha lanzado ataques aéreos de gran escala contra instalaciones militares y nucleares iraníes, incluyendo el sitio de enriquecimiento de uranio de Natanz, la refinería de Teherán, el complejo de misiles Khajir, y múltiples sedes de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC). También se registraron bombardeos sobre centros de desarrollo de misiles, universidades afiliadas al IRGC y plantas de producción de componentes balísticos.

Del lado iraní, se han lanzado múltiples oleadas de misiles —incluidos proyectiles hipersónicos Fattah— contra ciudades israelíes como Tel Aviv, Jerusalén y Modi’in. Aunque la mayoría fueron interceptados, los daños materiales han sido significativos. En Irán, los ataques israelíes ya dejaron más de 580 muertos y más de 1.300 heridos, de acuerdo a medios iraníes y fuentes citadas por Sky News.
La respuesta militar de Teherán también incluyó ciberataques, fuego antiaéreo en varias provincias y amenazas explícitas de cerrar el estrecho de Ormuz a partir del miércoles. Según Ehsan Khandouzi, exministro de Economía del régimen, “ningún petrolero ni embarque de GNL debería circular por Ormuz sin permiso de Irán durante los próximos 100 días”.
EE.UU. en el centro de la disyuntiva estratégica
El rol de Estados Unidos en este conflicto se torna cada vez más incierto. Si bien el presidente Donald Trump afirmó que “el régimen iraní no debe adquirir armas nucleares”, las señales desde Washington indican un debate interno sin consenso. Tal como se ha reportado, el Pentágono ha desplegado aviones F-16, F-22 y F-35 en Medio Oriente, mientras que bombarderos estratégicos despegaron desde la base de RAF Lakenheath, en el Reino Unido. También se movilizaron aviones cisterna para operaciones prolongadas.
Trump mantuvo una reunión de emergencia en la Casa Blanca junto a sus asesores militares, seguida de una llamada telefónica con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu. Aún no se ha revelado el contenido de esa conversación.
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