La Embajada de la Federación Rusa en Buenos Aires emitió un comunicado oficial en el que desestima de forma categórica las acusaciones formuladas por el Gobierno argentino respecto a una supuesta red de espionaje operando desde territorio nacional. La controversia surge tras declaraciones del vocero presidencial, Manuel Adorni, quien informó sobre una investigación en curso por parte de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), que implicaría a ciudadanos rusos residentes en el país en actividades vinculadas a intereses geopolíticos del Kremlin.
La denuncia del Gobierno argentino
Durante una conferencia de prensa ofrecida el 18 de junio, Adorni sostuvo que la SIDE detectó un grupo de residentes rusos que habrían actuado en articulación con ciudadanos argentinos para promover los intereses estratégicos de Rusia. De acuerdo al vocero, el núcleo de esta operación giraba en torno a una entidad denominada “La Compañía”, supuestamente vinculada con el “Proyecto Lakhta”, una iniciativa de injerencia y desinformación atribuida al oligarca ruso Yevgeniy Prigozhin, fallecido en 2023.

Entre los principales implicados figuran Lev Konstantinovich Andriashvili, señalado como líder del grupo, y su esposa, Irina Yakovenko. Ambos ciudadanos rusos, radicados en Argentina, habrían sido identificados como los encargados de recibir financiamiento y coordinar actividades con actores locales. Según la SIDE, las acciones de “La Compañía” incluirían campañas de desinformación en redes sociales, influencia sobre ONGs y fundaciones, realización de grupos focales con ciudadanos argentinos y recopilación de información política sensible.
Adorni enfatizó que el Estado argentino “no será sometido a la influencia de ninguna otra nación” y afirmó que “la seguridad de los argentinos no es un tema secundario”. En ese marco, anunció también la creación del Departamento Federal de Investigaciones (DFI) dentro de la Policía Federal, destinado a reforzar las capacidades investigativas del país frente a amenazas como el narcotráfico, el terrorismo y el espionaje extranjero.


La respuesta del Kremlin
En reacción a estas acusaciones, la Embajada de Rusia en Argentina expresó “preocupación” por lo que consideró una nueva “oleada de manía de espionaje”, instigada —según indicaron— por adversarios internacionales que buscan dañar las relaciones bilaterales. La sede diplomática aclaró que ni Andriashvili ni Yakovenko figuran en los registros consulares oficiales y que se ha remitido una Nota Verbal al Ministerio de Relaciones Exteriores argentino solicitando precisiones sobre el estatus legal de los ciudadanos mencionados.
“El señalamiento de supuestas actividades sospechosas carece de fundamento y responde a una narrativa hostil que no contribuye al fortalecimiento de los vínculos entre ambas naciones”, indicaron desde la Embajada. Asimismo, se deslizó que este tipo de denuncias se inscriben en una lógica de presión geopolítica ajena a la relación bilateral histórica entre Rusia y Argentina.
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