La tensión en Medio Oriente ha escalado de forma alarmante en los últimos días, en un contexto donde se superponen amenazas militares, evacuaciones diplomáticas y estancamientos diplomáticos. Fuentes de alto nivel confirmaron a medios estadounidenses que Israel está plenamente preparado para lanzar una operación militar contra Irán, lo que ha generado una cadena de reacciones tanto en Washington como en Teherán.
Israel al borde de una ofensiva unilateral
La posibilidad de un ataque israelí no es nueva, pero ha cobrado un carácter de inminencia en las últimas horas. Según reportes de CBS News y Sky News, funcionarios estadounidenses fueron notificados de que el gobierno de Benjamin Netanyahu considera actuar sin apoyo directo de Estados Unidos. El detonante inmediato sería el fracaso de las negociaciones nucleares entre Washington y Teherán, las cuales atraviesan su sexta ronda en Omán.

Israel, que históricamente se ha opuesto a cualquier acuerdo que permita a Irán continuar con su programa de enriquecimiento de uranio, ve con preocupación que las conversaciones puedan culminar en un entendimiento que no elimine por completo esta capacidad. El propio Netanyahu ha reiterado en varias oportunidades que su país no permitirá que Teherán alcance el umbral nuclear, reforzando esa postura con operaciones encubiertas y abiertas en el pasado.
Advertencias de Irán y ejercicios militares
En respuesta a estos movimientos, Irán ha intensificado su retórica. El ministro de Defensa, Aziz Nasirzadeh, declaró que en caso de que el diálogo fracase y se imponga un conflicto, la Guardia Revolucionaria Islámica atacará todas las bases estadounidenses en la región. Esta advertencia coincide con el inicio de ejercicios militares a gran escala en Irán, bautizados como “Drills of Authority”, con el objetivo de aumentar la capacidad defensiva y de disuasión del país.
Además, el Consejo Supremo de Seguridad Nacional iraní advirtió que, si sus instalaciones nucleares son atacadas, responderán contra los sitios nucleares israelíes —que Israel nunca ha confirmado ni desmentido oficialmente poseer—, y amenazó con divulgar información confidencial al respecto.

Evacuaciones y alertas marítimas
El Departamento de Estado de EE.UU. ordenó la salida de su personal no esencial de la embajada en Bagdad, en línea con la autorización del Pentágono para que familiares de militares abandonen voluntariamente varias bases en Medio Oriente, incluyendo Bahréin y Kuwait. A su vez, la Organización de Comercio Marítimo del Reino Unido emitió una advertencia para buques que transiten por el Golfo Pérsico, el Estrecho de Ormuz y el Golfo de Omán, zonas estratégicas para el comercio mundial de petróleo.
La reacción del eje de resistencia: los hutíes en estado de alerta
Ansar Allah, también conocidos como hutíes, grupo alineado con Irán y parte del denominado Eje de la Resistencia, advirtió que cualquier agresión contra Irán desencadenaría una guerra regional. A través de declaraciones a Newsweek, un vocero hutí afirmó que su movimiento ya se encuentra “en un estado de guerra” con Israel debido a los bombardeos en Gaza y Yemen, y que están preparados para escalar sus operaciones contra intereses israelíes y estadounidenses.
Este grupo, que ha lanzado misiles y drones contra Israel desde el inicio del conflicto con Hamas en octubre de 2023, intensificó sus ataques luego de un reciente bombardeo naval israelí sobre el puerto yemení de Al-Hodeidah. Los hutíes también cuestionaron duramente la presencia militar estadounidense en la región, señalando que cualquier intervención en favor de Israel representaría una agresión injustificada.

Un acuerdo en la cuerda floja
Mientras tanto, la diplomacia sigue viva pero frágil. El enviado especial de EE.UU. para Medio Oriente, Steve Witkoff, planea reunirse con el canciller iraní Abbas Araghchi en Mascate. Irán expresó su rechazo a las condiciones actuales de la propuesta estadounidense, aunque Araghchi dejó entrever que el compromiso de Trump de evitar que Irán obtenga un arma nuclear podría ser una base común para el entendimiento.
A pesar de estas señales, el propio Trump ha manifestado su escepticismo en cuanto a la posibilidad de un acuerdo. En recientes declaraciones, afirmó estar “cada vez menos confiado” en el éxito de las negociaciones, mientras que la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) reveló que Irán posee ya más de 400 kilogramos de uranio enriquecido al 60%, muy cerca del umbral necesario para fabricar un arma nuclear.
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