El parlamento alemán aprobó un ambicioso plan de gasto militar que permitirá inversiones de hasta un billón de dólares en defensa e infraestructura durante la próxima década, suponiendo una modificación de la Constitución para flexibilizar los límites a la deuda, en un contexto en el que Europa refuerza su seguridad ante la incertidumbre sobre el compromiso de Estados Unidos bajo la presidencia de Donald Trump.

La decisión del Bundestag marca un punto de inflexión en la política fiscal de Alemania, tradicionalmente restrictiva en cuanto al endeudamiento, pero, según Claudia Major, vicepresidenta sénior del German Marshall Fund, el paquete refleja la seriedad con la que Berlín percibe las amenazas actuales. “Si consideramos la cantidad de dinero que Alemania está invirtiendo, siendo un país tan apegado al equilibrio presupuestario, esto demuestra la magnitud de los desafíos que enfrenta”, señaló.
Aumento del gasto militar y ayuda a Ucrania
El paquete incluye un fondo de infraestructura de 533.000 millones de dólares, financiado con préstamos, para modernizar la deteriorada red de transporte del país en los próximos 12 años, lo que fue subrayado por Major: “Si un tanque, un lanzacohetes o un soldado no pueden desplazarse al flanco oriental de Polonia porque un puente o un tren se avería, entonces tienen un problema”.

Además del refuerzo militar, Alemania destinará 3.300 millones de dólares adicionales a Ucrania, elevando su apoyo total para 2025 a 7.300 millones de dólares, consolidándose como el segundo mayor proveedor de ayuda militar y financiera a Kiev después de Estados Unidos.
Una estrategia de defensa integral
En una concesión, la coalición ambientalista denominada “Los Verdes”, más de 100.000 millones de dólares del fondo de infraestructura se destinarán a proyectos climáticos, para así obtener los votos necesarios y obtener la exención del límite de deuda para incluir defensa civil, ciberseguridad, agencias de inteligencia y apoyo a Ucrania.
“Se trata de una defensa integral, que no solo abarca lo militar, sino también amenazas híbridas como sabotaje, desinformación y ataques a infraestructuras críticas”, explicó Major.

Durante años, Alemania fue criticada por Estados Unidos, especialmente bajo la administración Trump, por no alcanzar el objetivo de la OTAN de destinar el 2% del PIB a defensa, solo cumpliendo esta meta el año pasado bajo el liderazgo de Olaf Scholz, en gran parte gracias a un fondo especial de 100.000 millones de euros creado tras la invasión rusa de Ucrania, aunque dicho fondo se agotará en 2027, dos años antes de la fecha en la que el ministro de Defensa, Boris Pistorius, considera que Alemania debería estar “lista para la guerra”.
Los líderes de la UE se reunirán en Bruselas para debatir el fortalecimiento de la seguridad y la defensa del bloque, con propuestas para movilizar cientos de miles de millones de dólares en inversiones en sistemas antimisiles, artillería y drones, pero la decisión final sobre estos gastos dependerá de cada estado miembro.
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