El gobierno de Chile declaró estado de emergencia y estableció un toque de queda tras un apagón masivo que afectó a gran parte del territorio nacional el martes 25 de febrero de 2025. Desde la región de Arica y Parinacota en el norte hasta Los Lagos en el sur, millones de personas quedaron sin suministro eléctrico, paralizando servicios esenciales en todo el país.
Causas del apagón
Según informó la ministra del Interior, Carolina Tohá, la interrupción del servicio eléctrico se debió a una falla en una línea de transmisión de alta tensión en el Norte Chico, descartando la posibilidad de un ataque cibernético. Las autoridades están trabajando para restablecer el suministro lo antes posible, aunque aún no se ha determinado un tiempo estimado para la recuperación completa del servicio.
Impacto en servicios y actividades
La capital, Santiago, se vio gravemente afectada por el apagón. El sistema de transporte público, incluyendo el subterráneo, suspendió sus operaciones, lo que generó caos en el tránsito debido a la falta de semáforos operativos. Además, hospitales, prisiones y edificios gubernamentales tuvieron que recurrir a generadores de respaldo para mantener sus funciones esenciales.
El sector minero, crucial para la economía chilena, también sufrió interrupciones. La mina de cobre Escondida, la más grande del mundo, quedó sin electricidad, al igual que las operaciones de la estatal Codelco en sus minas Chuquicamata, Andina, Salvador y El Teniente. Algunas empresas mineras lograron continuar operaciones mínimas utilizando generadores de emergencia.
Ante la magnitud de la crisis, el gobierno del presidente Gabriel Boric estableció un toque de queda desde las 22:00 hasta las 6:00 horas, con el objetivo de garantizar la seguridad y prevenir posibles incidentes durante la noche. Las fuerzas armadas fueron desplegadas para mantener el orden y asistir en labores de emergencia.
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