Los puestos de control interno en Gaza estarán a cargo de mercenarios de Estados Unidos. De acuerdo a lo revelado por la empresa de seguridad estadounidense UG Solutions, se desplegarán casi un centenar de veteranos de las fuerzas especiales de Estados Unidos para gestionar un puesto de control en el centro de Gaza durante la actual tregua entre Israel y Hamás.
En este sentido, un correo electrónico de reclutamiento muestra que la compañía ofreció a los veteranos contratados una tarifa diaria que arranca en los 1.100 dólares, además de un anticipo de 10.000 dólares. Estos mercenarios estarán armados con rifles M4 y pistolas Glock, y su misión principal será la gestión e inspección de vehículos en una intersección clave dentro de Gaza.
Un portavoz que hablo bajo condición de anonimato, señalo a The Guardian: “Se han reclutado algunas personas y ya se encuentran en el puesto de control”, sin detallar cuántos contratistas se encuentran ya en Gaza. Este despliegue resulta ser un hecho sin precedentes que conlleva riesgos, analistas en seguridad advierten sobre la posibilidad de enfrentamientos con militantes islamistas o con palestinos que estén en contra del apoyo de Washington a la ofensiva israelí en la región.
Polémica por la presencia de mercenarios de Estados Unidos en Gaza
La viceministra israelí de Asuntos Exteriores, Sharren Haskel, afirmó el martes a los periodistas, sin nombrar a UG Solutions ni a Estados Unidos, que Israel había exigido que el acuerdo incluyera el uso de una empresa de seguridad privada, trabajando con “una empresa o fuerzas de seguridad egipcias” para ayudar a mantener la seguridad y los flujos de ayuda humanitaria en Gaza.
Por su parte, un funcionario palestino cercano a las conversaciones confirmó que los mercenarios estadounidenses también estarían en el puesto de control, en la intersección del Corredor Netzarim, que divide el norte y el sur de Gaza, y la calle Salah al-Din, que separa el este y el oeste del enclave.
Lo cierto es que la participación de empresa de seguridad privada en conflictos internacionales viene siendo motivo de controversia. En el pasado, por ejemplo, contratistas de la empresa Blackwater mataron a 14 civiles en un incidente en Bagdad en el año 2007, provocando una crisis diplomática y una ola de indignación generalizada. Este antecedente suscita preocupación sobre el papel que los contratistas privados en zonas de conflicto puede llegar a desempeñar, así como las implicancias legales y éticas de su despliegue.
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